S. RAMOS, MORALES DEL VINO El 68% de las mujeres que trabajan junto a sus maridos en las explotaciones agrarias no cotiza a la Seguridad Social, a pesar de que un tercio de la mano de obra de este sector son del género femenino y una de cada cinco explotaciones está dirigida por una mujer, muchas de ellas con menos de 45 años. Los datos estadísticos los aportaba el técnico Manuel Ramos durante el Foro que se desarrollaba ayer en Morales del Vino, vinculado a la situación de la mujer rural en el siglo actual. Un encuentro de debate en el que se analizaron los datos estadísticos, pero también la orientación para cambiar una situación de por si injusta y que viene heredada de una sociedad patriarcal entorno al sector primario en Castilla y León
Ante esta situación el Foro propuso una serie de soluciones que abarcan distintos ámbitos. Se apuesta por la cotitularidad de las explotaciones, la modificación de las condiciones de acceso a las ayudas agrarias, el desarrollo de una explotación familiar sostenible y multifuncional, la puesta en marcha de acciones formativas, la modificación de las cotizaciones a la Seguridad Social y la potenciación de ayudas de impulso al autoempleo. Todo ello encauzado a conseguir un futuro sostenible para la mujer residente en el entorno rural.
El curso, subvencionado por la Junta de Castilla y León constató asimismo la escasa participación laboral de la mujer en el sector secundario, para lo cual se propone la necesidad de aprovechar los recursos endógenos, el fomento del autoempleo, la mejora de las comunicaciones y el impulso de industrias artesanas, agroalimentarias y energías renovables. En cuanto al sector servicios, es necesaria una mayor participación laboral de la mujer, al fin y al cabo el desarrollo de iniciativas destinadas al género femenino suponen el anclaje de la población en pequeños municipios y el desarrollo del turismo rural que no sólo crea riqueza sino que además aumenta las posibilidades de relación social y cultural y obliga a los pueblos a valorizar el patrimonio natural y cultural.
El encuentro, promovido por la Asociación de Empresarios Asemcan sirvió para poner el acento en el aumento de pediatras en los consultorios rurales, una reivindicación que no es nueva en la comarca del Vino y que muchas madres jóvenes de Madridanos o Moraleja del Vino han solicitado al Sacyl en reiteradas ocasiones, la dotación de personal de odontología y oftalmología y dotar de ambulancia a los centros de salud rurales. El análisis de la situación social actual puso sobre la mesa otros aspectos a mejorar a considerar. Por ejemplo en educación se considera necesario el transporte para los estudios universitarios, incentivar la fijación del profesorado, adaptaciones curriculares y dotar de centros juveniles a las pequeñas localidades. Medidas de apoyo a la familia y la población inmigrante, mejoras en las prestaciones de viudedad y facilitar los trámites de gestión de empresas rurales son otras de las ideas propuestas en el Foro de Morales en el que participaron mujeres y hombres de la zona. En España viven más de un millón de mujeres en zonas rurales y cuatro y medio en semirurales, de las cuales el 67,7% están ocupadas en el sector servicios y el 16,5% en la industria. Entre otras situaciones se constata una escasa valoración del trabajo femenino y una fuerte emigración de las mujeres jóvenes hacia la ciudad en busca de salidas laborales.
Ante esta situación el Foro propuso una serie de soluciones que abarcan distintos ámbitos. Se apuesta por la cotitularidad de las explotaciones, la modificación de las condiciones de acceso a las ayudas agrarias, el desarrollo de una explotación familiar sostenible y multifuncional, la puesta en marcha de acciones formativas, la modificación de las cotizaciones a la Seguridad Social y la potenciación de ayudas de impulso al autoempleo. Todo ello encauzado a conseguir un futuro sostenible para la mujer residente en el entorno rural.
El curso, subvencionado por la Junta de Castilla y León constató asimismo la escasa participación laboral de la mujer en el sector secundario, para lo cual se propone la necesidad de aprovechar los recursos endógenos, el fomento del autoempleo, la mejora de las comunicaciones y el impulso de industrias artesanas, agroalimentarias y energías renovables. En cuanto al sector servicios, es necesaria una mayor participación laboral de la mujer, al fin y al cabo el desarrollo de iniciativas destinadas al género femenino suponen el anclaje de la población en pequeños municipios y el desarrollo del turismo rural que no sólo crea riqueza sino que además aumenta las posibilidades de relación social y cultural y obliga a los pueblos a valorizar el patrimonio natural y cultural.
El encuentro, promovido por la Asociación de Empresarios Asemcan sirvió para poner el acento en el aumento de pediatras en los consultorios rurales, una reivindicación que no es nueva en la comarca del Vino y que muchas madres jóvenes de Madridanos o Moraleja del Vino han solicitado al Sacyl en reiteradas ocasiones, la dotación de personal de odontología y oftalmología y dotar de ambulancia a los centros de salud rurales. El análisis de la situación social actual puso sobre la mesa otros aspectos a mejorar a considerar. Por ejemplo en educación se considera necesario el transporte para los estudios universitarios, incentivar la fijación del profesorado, adaptaciones curriculares y dotar de centros juveniles a las pequeñas localidades. Medidas de apoyo a la familia y la población inmigrante, mejoras en las prestaciones de viudedad y facilitar los trámites de gestión de empresas rurales son otras de las ideas propuestas en el Foro de Morales en el que participaron mujeres y hombres de la zona. En España viven más de un millón de mujeres en zonas rurales y cuatro y medio en semirurales, de las cuales el 67,7% están ocupadas en el sector servicios y el 16,5% en la industria. Entre otras situaciones se constata una escasa valoración del trabajo femenino y una fuerte emigración de las mujeres jóvenes hacia la ciudad en busca de salidas laborales.