convite a los concejales
Los actos organizados por los quince mozos se iniciaron el pasado año con la instalación del mayo
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Foto de familia de los quintos de Morales del Vino.
Foto S. Ramos
S. RAMOS
La quintada del 93 de Morales del Vino dio por finalizado el intenso programa que han venido desarrollando desde el 1 de mayo, con la puesta del mayo en las cercanías de la Urbanización Los Sauces.
Un tronco que duraría muy poco enhiesto ya que los actos vandálicos han llegado también hasta este tipo de celebraciones y el palo aparecía en el suelo al amanecer. Familiares y amigos son los incondicionales en cualquier programación de quintos, la mayoría de ellos estudiantes que sin conocer muy bien el arraigo de esta tradición, que viene de cuando tallaban a los mozos para ir a hacer la mili, siguen representando las fiestas de quintos, un momento idóneo para reunirse de nuevo tras haber vivido juntos muchas experiencias durante su infancia y adolescencia.
Las fiestas de quintos se celebran en numerosos pueblos de la provincia en torno a las fechas navideñas. Una de las quintadas más numerosas fue la de Morales del Vino que desde al víspera y también ayer en la festividad de Reyes disfrutó por todo lo alto de la despedida del reinado de su mayoría de edad, que estrenaban el pasado 1 de mayo, precisamente con el levantamiento del árbol que simbólicamente representa a ese mes.
Los quintos cumplieron una vez más con las costumbres arraigadas en el pueblo. Primero, la misa acompañados por familiares, autoridades y vecino el pueblo. Después, el convite a la corporación municipal para más tarde, acompañados por la charanga y el botero, completar en recorrido por las casas de todos los componentes de la quintada, compuesta por 15 jóvenes.
Los actos organizados por los quince mozos se iniciaron el pasado año con la instalación del mayo
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Foto de familia de los quintos de Morales del Vino.
Foto S. Ramos
S. RAMOS
La quintada del 93 de Morales del Vino dio por finalizado el intenso programa que han venido desarrollando desde el 1 de mayo, con la puesta del mayo en las cercanías de la Urbanización Los Sauces.
Un tronco que duraría muy poco enhiesto ya que los actos vandálicos han llegado también hasta este tipo de celebraciones y el palo aparecía en el suelo al amanecer. Familiares y amigos son los incondicionales en cualquier programación de quintos, la mayoría de ellos estudiantes que sin conocer muy bien el arraigo de esta tradición, que viene de cuando tallaban a los mozos para ir a hacer la mili, siguen representando las fiestas de quintos, un momento idóneo para reunirse de nuevo tras haber vivido juntos muchas experiencias durante su infancia y adolescencia.
Las fiestas de quintos se celebran en numerosos pueblos de la provincia en torno a las fechas navideñas. Una de las quintadas más numerosas fue la de Morales del Vino que desde al víspera y también ayer en la festividad de Reyes disfrutó por todo lo alto de la despedida del reinado de su mayoría de edad, que estrenaban el pasado 1 de mayo, precisamente con el levantamiento del árbol que simbólicamente representa a ese mes.
Los quintos cumplieron una vez más con las costumbres arraigadas en el pueblo. Primero, la misa acompañados por familiares, autoridades y vecino el pueblo. Después, el convite a la corporación municipal para más tarde, acompañados por la charanga y el botero, completar en recorrido por las casas de todos los componentes de la quintada, compuesta por 15 jóvenes.