El jardín de Fenal cobija especies vegetales exóticas de una envergadura impresionante. Así, las secuoyas que los naturalistas se empeñan en bautizar como belintonias, seguramente ignorando el viaje de este último término inglés al castellano. Fue un capricho del Nobel Aleixandre, que tenía su casa en la calle Welingtonia de Madrid. Lo introdujo en el diccionario como velintonia, y así figura, nunca con “b”, como se repite en el libro valenciano «árboles Singulares de Castilla...