Por su situación se convierte en un aunténtico mirador de toda Sanabria. Enclave privilegiado. Esta población esta situada en la falda de El Palancar, monte coronado por la famosa "Penya Rajada", mole granítica de considerables dimensiones que se encuentra partida por la mitad debido seguramente a los efectos de las heladas más que al esfuerzo de dos moros por partirla como cuenta la tradición.

Pertenece al ayuntamiento de Trefacio. Sin embargo la aldea esta dividida en diferentes barrios: La Cruz, La Iglesia, Lagarejos, Espineda y Concello. Nuestro gran alcalde, conocido como "El Chivo" es famoso por su interés en invertir todo el dinero en obras que el gestiona en Trefacio con su empresa (cabeza del ayuntamiento) y olvidarse del resto de pueblos.

Iglesia parroquial fechada en 1728 con inscripción en la fachada principal. En el hueco de la torre que sube al campanario cuenta la leyenda que esta enterrado uno de los dos franceses que hacia guardia en el pueblo a finales del siglo XIX y que el pueblo mato para liberarse. El otro esta en un corral del barrio de la Cruz.

El patron es San Antonio de Padua, sin embargo la fiesta es trasladada al 13 de agosto para que el pueblo pueda celebrarlo con todos los hijos emigrados.

Parece ser que el nombre del pueblo proviene de la palabra "escombros", posiblemente es el resultado de el establecimiento de algun corral que más tarde genero en aldea.

Por los años 50 y 60 fue, como el resto de la comarca un nido de emigrantes, aqui la mayoria lo hicieron a Madrid, aunque 3 o 4 familias lo hicieron a Barcelona y alguna otro a Bilbao.

Infinitas posibilidades de senderismo y deporte. El pueblo cuenta con un "campo" de futbol conocido como San Miguel, justo al final del pueblo camino hacia El Palancar.