UNA ALCALDESA DE FÁBULA
Érase una vez un pueblo muy hermoso encaramado en la montaña. Aunque tenía muy pocos vecinos, el pueblo estaba dirigido por una mujer con dos cargos: Presidenta de la Junta Vecinal y Alcaldesa de Barrio. Tantos cargos en una sola persona la llevaron a contratar asesoramiento, cual Presidente de Gobierno: un letrado pagado mensualmente por el pueblo, como aquellas viejas igualas con el médico municipal. No se sabe si tal contrato es laboral o como autónomo con sus correspondientes ... (ver texto completo)
Érase una vez un pueblo muy hermoso encaramado en la montaña. Aunque tenía muy pocos vecinos, el pueblo estaba dirigido por una mujer con dos cargos: Presidenta de la Junta Vecinal y Alcaldesa de Barrio. Tantos cargos en una sola persona la llevaron a contratar asesoramiento, cual Presidente de Gobierno: un letrado pagado mensualmente por el pueblo, como aquellas viejas igualas con el médico municipal. No se sabe si tal contrato es laboral o como autónomo con sus correspondientes ... (ver texto completo)