A los buenos días!
Por más que he pasado por esa calle, por más que tape el agua en esa cachoeira para los exprados de vilanova, me doy cuenta que solo no se puede.
Con esta ultima pista vista tan eficaz, ya se donde esta, creo que entre una vez en esa casa y de las vigas colgaban ristras de chorizos. Que tiempos! El pueblo era su gente.
No andaba lejos de las creencias, pues hay que reconocer que el Tío Cojo, fue un hombre con Felicidad. Guardo buenos recuerdos y compartir varias cacerías... Isa, cuando vengas este verano te llevaré de excursión por el pueblo y te presentaré las casas.