Pablo, la realidad a veces es bella pero nosotros miramos para otro lado como si nos gustara sufrir en vez de ser felices. Me alegro que hayan aparecido las ruedas de Pau. Lo de la tienda de camopaña tiene su aquel, lo malo es si llueve mucho o si algún que otro animal se siente invadido y se cabrea.... Pronto nos veremos. Besos.