Ya pasaron los reyes y esperamos que ningún rapaz se quedara sin un regalo.
En este santo Pueblo ya hace mucho tiempo que no hay regalos para los niños porque no pasa la cigüeña, y los niños no se pueden inventar. No hay parejas jóvenes que quieran hacer el nido en este bendito pueblo y mira que tiene todo lo que nos hace falta en esta vida; tierra, agua, fuego, aire y éter, este ultimo es la parte vacía que mas domina. Y dónde está el problema nos preguntaremos? Pues, sin niños, no hay futuro. No hay trabajo, (bueno tampoco lo hay en la Ciudad) y el futuro hay que inventarlo, y aquí entran en juego los deseos, los sueños de cada uno. En la ciudad tienes todos los medios al alcance de la mano, calefacción eléctrica o a gasóleo, refrigeración, médicos, Hospitales, tren, autobús, metro etcétera, claro que para mantener todas estas comodidades que ya te as acostumbrado, necesitas un un poder adquisitivo alto, y no se por las demás Ciudades pero por la que ando de impuestos haces grandes sacrificios, y total para ver los Políticos por la TV. El ruido, la contaminación, aglomeraciones, grandes masas de gente y que no conoces a nadie también forma parte de la adrenalina de cada día.
El pueblo es más rural, la calefacción es de chimenea, de tres tiempos; la cortas, te calienta y te ahuma, esto ya es un ahorro en gimnasios, hay menos gente, tienes menos servicios pero pagas por no ver los políticos y los caciques por TV, convives con ellos, son como una tribu más cercana. Conoces todos los vecinos, alguna vez te enfadas con alguno y piensas es mejor que no lo hubiera conocido, después reflexionas y ves que continuamos manteniendo los genes de los Paleolíticos y te das cuenta que cada vez somos más humanos y que la capa rectilínea de los reptiles sigue formando parte de nosotros, y como mamíferos que somos estamos más cerca de los animales, pero en el fondo todos tienen un buen corazón. En mi pueblo por ejemplo, hay un Concejal, eso si, buen rapaz, pero no educa, no delega, y yo que fui un Labriego pienso que arría ganado. Corto aquí porque podía estar hablando de pueblo o la ciudad todo un año y esto a nadie le interesa. Y tan solo quería decir que yo necesito del silencio de mi pueblo, no porque no me guste estar con personas sino para sentir más cerca a las personas.
En este santo Pueblo ya hace mucho tiempo que no hay regalos para los niños porque no pasa la cigüeña, y los niños no se pueden inventar. No hay parejas jóvenes que quieran hacer el nido en este bendito pueblo y mira que tiene todo lo que nos hace falta en esta vida; tierra, agua, fuego, aire y éter, este ultimo es la parte vacía que mas domina. Y dónde está el problema nos preguntaremos? Pues, sin niños, no hay futuro. No hay trabajo, (bueno tampoco lo hay en la Ciudad) y el futuro hay que inventarlo, y aquí entran en juego los deseos, los sueños de cada uno. En la ciudad tienes todos los medios al alcance de la mano, calefacción eléctrica o a gasóleo, refrigeración, médicos, Hospitales, tren, autobús, metro etcétera, claro que para mantener todas estas comodidades que ya te as acostumbrado, necesitas un un poder adquisitivo alto, y no se por las demás Ciudades pero por la que ando de impuestos haces grandes sacrificios, y total para ver los Políticos por la TV. El ruido, la contaminación, aglomeraciones, grandes masas de gente y que no conoces a nadie también forma parte de la adrenalina de cada día.
El pueblo es más rural, la calefacción es de chimenea, de tres tiempos; la cortas, te calienta y te ahuma, esto ya es un ahorro en gimnasios, hay menos gente, tienes menos servicios pero pagas por no ver los políticos y los caciques por TV, convives con ellos, son como una tribu más cercana. Conoces todos los vecinos, alguna vez te enfadas con alguno y piensas es mejor que no lo hubiera conocido, después reflexionas y ves que continuamos manteniendo los genes de los Paleolíticos y te das cuenta que cada vez somos más humanos y que la capa rectilínea de los reptiles sigue formando parte de nosotros, y como mamíferos que somos estamos más cerca de los animales, pero en el fondo todos tienen un buen corazón. En mi pueblo por ejemplo, hay un Concejal, eso si, buen rapaz, pero no educa, no delega, y yo que fui un Labriego pienso que arría ganado. Corto aquí porque podía estar hablando de pueblo o la ciudad todo un año y esto a nadie le interesa. Y tan solo quería decir que yo necesito del silencio de mi pueblo, no porque no me guste estar con personas sino para sentir más cerca a las personas.