Desde aquí la plaza la veo bastante bien. Ahora poniendo esas pedras impregnadas de lágrimas y llantos de tantos años de historia, otra vez en el mismo sitio con un poquito de xeito, ya solo falta darle vida, que para mi es la parte más importante de una organizacion de un pueblo abierto al futuro. Yo creo que el abogado ya no hace falta para nada, (excepto que haya alguno que no pueda vivir sin el abogado) y con lo que deja de llevarse el abogado, tranquilamente se pagan 4 puestos de trabajo de una manera equilibrada en este querido pueblo que, seguro que a más de uno nos hace más falta que a él.
Una opinión de un labrador que no aró a oscuras.
Una opinión de un labrador que no aró a oscuras.