Hola de nuevo
He vuelto a encontrar los relatos de vecinos de sanabria contando sus encuentros con los lobos, como se que muchos de vosotros también los habéis visto en la niñez, espero que os traigan buenos recuerdos:
RELATOS DE ENCUENTROS CON EL LOBO
¿PERO SON LOBOS?
Cuando estuve de maestra en San Miguel, regresábamos para casa a Puebla los sábados por la tarde y volvíamos para la escuela el lunes por la mañana. Un lunes iba yo tan campante por cerca del río Castro y veo que se me atraviesan dos perros y yo tan convencida de que eran perros y no me asusté, bueno, me asusté un poco por que de los perros también te asustas por si te muerden pero vamos, no hice caso. En esto viene un señor a caballo, un señor de San Miguel y me dice “ ¿pero no ha visto que le han cruzado dos lobos?” Y le dije “ ¿pero son lobos?” y me dijo él que “sí”; ¿como sabes usted que son lobos?, le dije yo, y me dio explicaciones, él los conocía bien. Así que como iban delante de mí ya no me atreví a seguir detrás de los lobos y me volví para Puebla del miedo que tenía. Los lobos no me hicieron nada, sólo me miraron así y siguieron su camino.
(Vecina de Puebla de Sanabria)
CUANDO VES EL LOBO, EL CUERPO SE REPELA
Íbamos yo y mi padre, él iba atrás con el carro a por las urces, y estaba tarde y yo llevaba una burrica pequeña que teníamos. Estaba yo cortando una urce, cuando veo que la burra se puso así, con las orejas, y hostia mira, y veo por detrás siete lobos venían todos... era por noviembre, cuando andan al celo, e iban la loba y todos los lobos ahí... Dijimos, ¡ey, aaa! Y los tíos andaban sin mirar, como si nada. Otro día venía de Sandín, y traía una yegua conmigo y veo que la yegua así, erguida, como espantada y digo “coño, qué pasa”, la perra asustada, y veo a dos lobos, que cruzan la carretera y se tiraron a la perra, empiezo “me caguen la mar...” y se fueron para el otro lado. Hasta aquí, a Manzanal vino la perra entre las piernas de la yegua...
Se ponen los pelos de punta, te da como una impresión, una cosa así... el cuerpo se repela, te da como, como te diría yo, una impresión, te atemoriza verlo así...
(Vecino de Manzanal de Arriba)
EL LOBO QUE SE METIÓ HASTA LA CUADRA
Yo como chica joven que era había ido a los hilandares, los fiadeiros. Teníamos cerdos en una cuadra debajo de casa. Se conoce que no habíamos echado el cerrojo a la puerta después de darles de comer. Vinieron 2 lobos y uno de ellos se metió en la cuadra y entonces se dieron cuenta mi tía y mi madre que los sintieron berrar. ¡Auxilios, auxilios que un lobo se ha metido en la cuadra!. Cerraron la puerta pero mira que tienen fuerza los tíos. La gente tirando de ella para adentro y el lobo con los dientes sujeto a la estructura de la puerta tirando para que no se cerrara. Vino un guarda del pueblo que tenía una escopeta, levantaron una tabla del suelo de la casa y lo mataron. No era en el monte, la casa está aquí en el pueblo rodeada de otras casas.
Mira, cuando ves al lobo se te erizan todos los pelos, hasta los del culo. Se te quita el habla.
(Vecina de Lubián)
LA VEZ QUE ME VÍ SOLA CON EL LOBO
Tendría yo ocho años, más no tendría, hacía tiempo que andaba yo con el ganado. Estaban cortando ramas de roble para el ganado y fíjate como sería yo de edad que estaba juntando unos palitos para hacer lumbre cuando viniera el frió. Y veo venir un lobo, yo vi uno solo, y la cabra que iba con el cabritillo detrás del ganado, llegó el lobo, cogió el cabrito y marchó. Casualmente mis padres estaban cociendo en el horno aquel día y estaban al acecho mío a ver donde andaba y vieron al lobo, vieron todo. Me llamaron y yo me eché a llorar. En vez de decirle al lobo que dejara el cabrito me eché a llorar. Fue la única vez que me vi con el lobo sola. Que miedo cogí!. Parece que todavía le estoy viendo marchar con el cabrito.
(Vecina de Lubián)
He vuelto a encontrar los relatos de vecinos de sanabria contando sus encuentros con los lobos, como se que muchos de vosotros también los habéis visto en la niñez, espero que os traigan buenos recuerdos:
RELATOS DE ENCUENTROS CON EL LOBO
¿PERO SON LOBOS?
Cuando estuve de maestra en San Miguel, regresábamos para casa a Puebla los sábados por la tarde y volvíamos para la escuela el lunes por la mañana. Un lunes iba yo tan campante por cerca del río Castro y veo que se me atraviesan dos perros y yo tan convencida de que eran perros y no me asusté, bueno, me asusté un poco por que de los perros también te asustas por si te muerden pero vamos, no hice caso. En esto viene un señor a caballo, un señor de San Miguel y me dice “ ¿pero no ha visto que le han cruzado dos lobos?” Y le dije “ ¿pero son lobos?” y me dijo él que “sí”; ¿como sabes usted que son lobos?, le dije yo, y me dio explicaciones, él los conocía bien. Así que como iban delante de mí ya no me atreví a seguir detrás de los lobos y me volví para Puebla del miedo que tenía. Los lobos no me hicieron nada, sólo me miraron así y siguieron su camino.
(Vecina de Puebla de Sanabria)
CUANDO VES EL LOBO, EL CUERPO SE REPELA
Íbamos yo y mi padre, él iba atrás con el carro a por las urces, y estaba tarde y yo llevaba una burrica pequeña que teníamos. Estaba yo cortando una urce, cuando veo que la burra se puso así, con las orejas, y hostia mira, y veo por detrás siete lobos venían todos... era por noviembre, cuando andan al celo, e iban la loba y todos los lobos ahí... Dijimos, ¡ey, aaa! Y los tíos andaban sin mirar, como si nada. Otro día venía de Sandín, y traía una yegua conmigo y veo que la yegua así, erguida, como espantada y digo “coño, qué pasa”, la perra asustada, y veo a dos lobos, que cruzan la carretera y se tiraron a la perra, empiezo “me caguen la mar...” y se fueron para el otro lado. Hasta aquí, a Manzanal vino la perra entre las piernas de la yegua...
Se ponen los pelos de punta, te da como una impresión, una cosa así... el cuerpo se repela, te da como, como te diría yo, una impresión, te atemoriza verlo así...
(Vecino de Manzanal de Arriba)
EL LOBO QUE SE METIÓ HASTA LA CUADRA
Yo como chica joven que era había ido a los hilandares, los fiadeiros. Teníamos cerdos en una cuadra debajo de casa. Se conoce que no habíamos echado el cerrojo a la puerta después de darles de comer. Vinieron 2 lobos y uno de ellos se metió en la cuadra y entonces se dieron cuenta mi tía y mi madre que los sintieron berrar. ¡Auxilios, auxilios que un lobo se ha metido en la cuadra!. Cerraron la puerta pero mira que tienen fuerza los tíos. La gente tirando de ella para adentro y el lobo con los dientes sujeto a la estructura de la puerta tirando para que no se cerrara. Vino un guarda del pueblo que tenía una escopeta, levantaron una tabla del suelo de la casa y lo mataron. No era en el monte, la casa está aquí en el pueblo rodeada de otras casas.
Mira, cuando ves al lobo se te erizan todos los pelos, hasta los del culo. Se te quita el habla.
(Vecina de Lubián)
LA VEZ QUE ME VÍ SOLA CON EL LOBO
Tendría yo ocho años, más no tendría, hacía tiempo que andaba yo con el ganado. Estaban cortando ramas de roble para el ganado y fíjate como sería yo de edad que estaba juntando unos palitos para hacer lumbre cuando viniera el frió. Y veo venir un lobo, yo vi uno solo, y la cabra que iba con el cabritillo detrás del ganado, llegó el lobo, cogió el cabrito y marchó. Casualmente mis padres estaban cociendo en el horno aquel día y estaban al acecho mío a ver donde andaba y vieron al lobo, vieron todo. Me llamaron y yo me eché a llorar. En vez de decirle al lobo que dejara el cabrito me eché a llorar. Fue la única vez que me vi con el lobo sola. Que miedo cogí!. Parece que todavía le estoy viendo marchar con el cabrito.
(Vecina de Lubián)