La piedra de afilar del TIO ERASMO.
No hay duda de lo ardua que era la faena en el campo antaño; a estas piezas, las cuales han hecho trabajar hombres muy fuertes de cuerpo, corazón y espíritu, hombres que tenían de trabajar de sol a sol, a pesar del frío del invierno y el calor del verano, incluso si el viento acechaba ellos estaban ahí, bebían su vino para seguir trabajando sin parar; con sus boinas y con ese mal calzado o incluso algunos descalzos; pues son piezas que llevan consigo un gran valor interior aparte de tener esa originalidad, dado que ya son historia en el trabajo en el campo.
No hay duda de lo ardua que era la faena en el campo antaño; a estas piezas, las cuales han hecho trabajar hombres muy fuertes de cuerpo, corazón y espíritu, hombres que tenían de trabajar de sol a sol, a pesar del frío del invierno y el calor del verano, incluso si el viento acechaba ellos estaban ahí, bebían su vino para seguir trabajando sin parar; con sus boinas y con ese mal calzado o incluso algunos descalzos; pues son piezas que llevan consigo un gran valor interior aparte de tener esa originalidad, dado que ya son historia en el trabajo en el campo.