- Laura, ¿tu divorcio fue amistoso?
– Por suerte sí, Mabel. Dividimos la casa en dos partes– ¿Cómo?
– Yo me quedé con la parte de adentro y él con la de afuera.
– Por suerte sí, Mabel. Dividimos la casa en dos partes– ¿Cómo?
– Yo me quedé con la parte de adentro y él con la de afuera.