Ha llegado la Semana Santa. Tiene para mí grandes recuerdos. Me gustaría estar ahí como casi todos los años por estas fecha´, mas, este año, me marcho a hacer un viaje al Valle del JordánNo por ello deja de venir a mi mente los recuerdos de las Semanas Santas ahy vividasEl atardecer´, cuando sale la procesiónEsos atardeceres, con un cielo de un color tan especial, el cual parece querer plasmar el dolor de la Madre ante la muerte de su amado Hijo. Sale la Dolorosa, el Jueves Santo, portada en hombros por lo hombres y mozos de Peleagonzalo. Las mujeres, niños alumbrando con sus faroles, acompañan a la Madre en su dolor entonando las canciones de gran arraigo en esos días Tus ojos llorosos estando, cuando el sol está..., que oídas a esa hora tienen un eco especial. El Vierne Santo sale el Xto de la Oliva y detras de Él, su Madre, portados los dos pasos por los hombres del pueblo. Se canta el Acompaña a tu Díos alma mia... y otras canciones más. Lo mismo que el Jueves Santo, los faroles encendidos alumbran la procesión... Lo que echo de menos es el Miserere mei... que casi siempre coincidia en la es quina donde está el taller de la fragua. Aún cuando lo recuerdo me dan escalofríos. Era entonado por las recias voces de los hombres, dándoles un matiz enla noche. Pienso que en esos momentos todo nos sentimos inmersos en el gran amor del que dio la vida por todos los hombres, sin distinguir razas, condiciones sociales. Para Él, todos somos iguales... Siento no pasar ahy esta semana, mas, aunque esté muy lejos mi espíritu estará entre vosotros. Un gran recuerdo para todos, mis queridos amigos A.