Hay dos personas que viven en la
plaza, matrimonio, que durante años han estado poniendo de vuelta y media a Pepita y su hijo: Han dicho de todo menos bonito. Y los conocen bien ya que ella fue de su cuerda.
Pues parece que la gente cambia de chaqueta y de opinión con facilidad. Ahora vuelven a estar de su lado. Esto es como el viento, cada vez para un lado.
Estos cambios de opinión no son porque sí. Son por algo. ¿Qué se saca?
Lo malo es que una de estas personas tiene un nombramiento público
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