«Abierto y cercano, pero a la vez muy prepotente y un despilfarrador». Así ven en Peleas de Abajo (Zamora) a uno de los hombres de «moda» en Castilla y León. Marcelo Jurado tiene el dudoso honor de haber situado a su municipio —por el que no «pisa» desde septiembre— como el más endeudado de España en función de sus habitantes. Entre las «hazañas» que le han apartado de la Alcaldía, del PP y que pueden llevarle ante el juez, destaca sobremanera los continuos impagos a la Seguridad Social de las cuotas de los trabajadores de la residencia de ancianos —protagonista clave de esta «historia»— y del suyo propio, primero como gerente del centro y, una vez obligado a dejar el cargo, del contrato que se «autorizó» como alcalde. En total, 600.000 euros en el «debe» del municipio que serán denunciados en breve.
Pero parece que Marcelo no ha sido el único responsable de la dantesca situación que vive el pueblo, de apenas 250 habitantes y con casi cinco millones de euros «pendientes». Tanto el actual alcalde, Félix Roncero, como los propios vecinos, apuntan a la madre, María Josefa Rodríguez, alcaldesa desde el inicio de la democracia «hasta que fue inhabilitada como cargo público», según recuerda Roncero, que sitúa algunos meses antes de esta sentencia el inicio del declive de la localidad.
Hay que remontarse, por tanto, a finales de los 80, cuando la sempiterna regidora inició la famosa residencia «y no hizo frente a los pagos». Según ha podido constatar Roncero en los últimos meses, la madre habría «engañado» a Caja España después de pedirle un crédito de 300.000 euros «que no devolvió» y que se ha convertido en una espectacular deuda de 2,7 millones euros con la entidad castellano y leonesa. ¿El motivo? Según el alcalde, su «colega» habría «cambiado la cuenta del banco» para que las subvenciones de la Junta de Castilla y León —responsable del pago de buena parte del centro— «se fueran para otra entidad». Más allá de la «curiosidad» de que al día siguiente de este hecho los vecinos aseguren que el hijo disfrutaba de un flamante Mercedes, y de que Josefa «presumiera» de «mover» más dinero que otros pueblos o de que al poco tiempo hiciera un parque, un frontón y hasta un ayuntamiento nuevo, la realidad con la que ha chocado el alcalde es que «la mayoría de esas cosas están sin pagar y la deuda con la entidad se ha multiplicado por nueve».
Sería varios años más tarde y después de un larga «pelea judicial» con Caja España cuando el juez habría impedido a Josefa prolongar su «reinado» en Peleas de Abajo. Como ha ocurrido con otras «irregularidades» detectadas, ni los vecinos ni el propio regidor conocían el fallo judicial que la inhabilitaba. «Nadie se enteró porque dijo que tenía un problema de salud y que no podía seguir». No hubo problema. El hijo ya estaba «colocado» como concejal y en disposición de situarse al frente del pueblo.
«Al contado»
Ya con plenos poderes, una de las primeras medidas del «heredero» fue la de rescindir la concesión de la empresa que gestionaba la residencia para dirigirla desde el propio ayuntamiento. Es entonces cuando comienzan los habituales y continuados impagos a la Seguridad Social, pero también los problemas con los proveedores, a los que en la actualidad se adeuda también 600.000 euros, según recuerda el actual regidor, quien ha podido comprobar ahora cómo Marcelo iba cambiando de empresas suministradors «cuando se cansaban de sufrir impagos» y cómo «pagaba al contado a algunas de ellas» para «evitar los rumores que se iban propagando por la provincia».
Roncero lamenta que hasta 2007 nunca hubiera una candidatura alternativa a la de la «familia». Él lo intentó ese año sumándose como independiente «y en el último día de plazo» a la lista del PSOE. Logró dos concejales, pero sobre todo pudo tener acceso a más información. Por ejemplo, vio como el municipio tenía «entre 40 ó 50 empadronados que nadie conocía» y que, según denuncia, eran «amigos de Zamora, gente de la residencia, de su bodega,... Así ganaba siempre por mayoría».
Ya en 2010 y con el ambiente «muy crispado», el ex alcalde propuso la venta de la residencia a la que Roncero y una compañera se negaron «porque se hubiera embargado al día siguiente», como le confirmaron desde España-Duero. Surgió entonces la candidatura «Pueblo por el Pueblo» que ganó los comicios de 2011. La alegría del triunfo les duró poco porque creían que la deuda era de «algo más de un millón de euros» y se vieron «desbordados» cuando comprobaron que era de 4,5 para un pueblo que apenas ingresa 40.000 euros al año. Ya en septiembre las cuentas se pusieron sobre la mesa y el municipio se volvió contra el ex alcalde hasta el punto de tratar de agredirle y de despedirle del pueblo a gritos de «ladrón» y «sinvergüenza».
Aunque las «travesuras» de Marcelo no acaban ahí —o al menos así lo denuncian los vecinos— la última conocida es la amenaza de demandar al ayuntamiento por no haberle pagado tres meses de sueldo —que él mismo se puso— «cuando ya no había dinero para nada». Sobre el futuro que Roncero augura al ex alcalde admite que espera verlo «en la cárcel».
Pero parece que Marcelo no ha sido el único responsable de la dantesca situación que vive el pueblo, de apenas 250 habitantes y con casi cinco millones de euros «pendientes». Tanto el actual alcalde, Félix Roncero, como los propios vecinos, apuntan a la madre, María Josefa Rodríguez, alcaldesa desde el inicio de la democracia «hasta que fue inhabilitada como cargo público», según recuerda Roncero, que sitúa algunos meses antes de esta sentencia el inicio del declive de la localidad.
Hay que remontarse, por tanto, a finales de los 80, cuando la sempiterna regidora inició la famosa residencia «y no hizo frente a los pagos». Según ha podido constatar Roncero en los últimos meses, la madre habría «engañado» a Caja España después de pedirle un crédito de 300.000 euros «que no devolvió» y que se ha convertido en una espectacular deuda de 2,7 millones euros con la entidad castellano y leonesa. ¿El motivo? Según el alcalde, su «colega» habría «cambiado la cuenta del banco» para que las subvenciones de la Junta de Castilla y León —responsable del pago de buena parte del centro— «se fueran para otra entidad». Más allá de la «curiosidad» de que al día siguiente de este hecho los vecinos aseguren que el hijo disfrutaba de un flamante Mercedes, y de que Josefa «presumiera» de «mover» más dinero que otros pueblos o de que al poco tiempo hiciera un parque, un frontón y hasta un ayuntamiento nuevo, la realidad con la que ha chocado el alcalde es que «la mayoría de esas cosas están sin pagar y la deuda con la entidad se ha multiplicado por nueve».
Sería varios años más tarde y después de un larga «pelea judicial» con Caja España cuando el juez habría impedido a Josefa prolongar su «reinado» en Peleas de Abajo. Como ha ocurrido con otras «irregularidades» detectadas, ni los vecinos ni el propio regidor conocían el fallo judicial que la inhabilitaba. «Nadie se enteró porque dijo que tenía un problema de salud y que no podía seguir». No hubo problema. El hijo ya estaba «colocado» como concejal y en disposición de situarse al frente del pueblo.
«Al contado»
Ya con plenos poderes, una de las primeras medidas del «heredero» fue la de rescindir la concesión de la empresa que gestionaba la residencia para dirigirla desde el propio ayuntamiento. Es entonces cuando comienzan los habituales y continuados impagos a la Seguridad Social, pero también los problemas con los proveedores, a los que en la actualidad se adeuda también 600.000 euros, según recuerda el actual regidor, quien ha podido comprobar ahora cómo Marcelo iba cambiando de empresas suministradors «cuando se cansaban de sufrir impagos» y cómo «pagaba al contado a algunas de ellas» para «evitar los rumores que se iban propagando por la provincia».
Roncero lamenta que hasta 2007 nunca hubiera una candidatura alternativa a la de la «familia». Él lo intentó ese año sumándose como independiente «y en el último día de plazo» a la lista del PSOE. Logró dos concejales, pero sobre todo pudo tener acceso a más información. Por ejemplo, vio como el municipio tenía «entre 40 ó 50 empadronados que nadie conocía» y que, según denuncia, eran «amigos de Zamora, gente de la residencia, de su bodega,... Así ganaba siempre por mayoría».
Ya en 2010 y con el ambiente «muy crispado», el ex alcalde propuso la venta de la residencia a la que Roncero y una compañera se negaron «porque se hubiera embargado al día siguiente», como le confirmaron desde España-Duero. Surgió entonces la candidatura «Pueblo por el Pueblo» que ganó los comicios de 2011. La alegría del triunfo les duró poco porque creían que la deuda era de «algo más de un millón de euros» y se vieron «desbordados» cuando comprobaron que era de 4,5 para un pueblo que apenas ingresa 40.000 euros al año. Ya en septiembre las cuentas se pusieron sobre la mesa y el municipio se volvió contra el ex alcalde hasta el punto de tratar de agredirle y de despedirle del pueblo a gritos de «ladrón» y «sinvergüenza».
Aunque las «travesuras» de Marcelo no acaban ahí —o al menos así lo denuncian los vecinos— la última conocida es la amenaza de demandar al ayuntamiento por no haberle pagado tres meses de sueldo —que él mismo se puso— «cuando ya no había dinero para nada». Sobre el futuro que Roncero augura al ex alcalde admite que espera verlo «en la cárcel».