Luz y gas para ti
Ciudadanos de dos mundos
Los residentes en las cinco casas de la calle Despoblado de la mañana tienen servicios pertenecientes a dos pueblos: Jambrina y Peleas de Abajo
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Dos vecinas de la calle con servicios de Jambrina y de Peleas de Abajo. Foto S. R.
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S. RAMOS «El despoblado de la mañana». Así se denomina la calle de Jambrina que en realidad pertenece al vecino pueblo de Peleas de Abajo, desde tiempos inmemoriales, pues los habitantes que se asientan en las cinco casas que hay en esta rúa aseguran haber conocido la demarcación siempre así y haberla vivido no con poco trabajo. Porque, por ejemplo, «la luz y la basura hasta ahora la pagamos en Peleas y en Jambrina el agua. Incluso en lo eclesiástico pertenecemos a Peleas y para enterrar, en Jambrina», explica Amelia Luis Martín, una de las vecinas que habitan en esta calle desde la década de los 40. Lo más curioso de todo es que los ciudadanos del poblado de La Mañana son todos de Jambrina, nacidos y criados en el pueblo, y han vivido como un calvario y no pocas idas y venidas tener que ir a votar a Peleas de Abajo.
«Menos mal que ahora, desde hace unos años, ya podemos hacerlo aquí», explica Alfonso Rivera Esteban, quien asegura que toda la vida ha conocido así esta distribución viaria. «Tengo tres bodegas, una también pertenece a Jambrina y dos que son de Peleas. Recuerdo que antiguamente había por aquí mesones que han desaparecido ya».
Y si llamativo es el asentamiento de estas familias en La Mañana, más absurdo es que en la misma calle que da acceso al despoblado, la margen izquierda pertenece a Peleas de Abajo y sus vecinos de enfrente a Jambrina. «En estos momentos un vecino de aquí se está haciendo una casa en esta zona. La licencia urbanística la concede Peleas mientras que al Ayuntamiento de Jambrina nos corresponde el enganche del agua y el alcantarillado», explican miembros de la corporación municipal. Los arbitrios de los siete vecinos del Despoblado de La Mañana los abonan el Peleas «y ahora creo que vamos a pagar la basura en Jambrina».
En su día, aseguran desde el Ayuntamiento, hubo conversaciones y propuestas para que esta zona del pueblo pasara a Jambrina. «Entonces estaba de alcaldesa Josefa Rodríguez que se negó en rotundo a la cesión», y a día de hoy se ha normalizado tanto esta situación que ni se plantea.
Hasta tal punto llega la literalidad de los linderos sobre el plano que un caño de la fuente es de un pueblo y el de al lado del otro, así como los lavaderos donde acudían los respectivos vecinos a blanquear las prendas. A día de hoy sólo funciona un caño, con un agua de calidad muy apreciada por la gente del entorno.
Los residentes en las cinco casas de la calle Despoblado de la mañana tienen servicios pertenecientes a dos pueblos: Jambrina y Peleas de Abajo
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Dos vecinas de la calle con servicios de Jambrina y de Peleas de Abajo. Foto S. R.
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S. RAMOS «El despoblado de la mañana». Así se denomina la calle de Jambrina que en realidad pertenece al vecino pueblo de Peleas de Abajo, desde tiempos inmemoriales, pues los habitantes que se asientan en las cinco casas que hay en esta rúa aseguran haber conocido la demarcación siempre así y haberla vivido no con poco trabajo. Porque, por ejemplo, «la luz y la basura hasta ahora la pagamos en Peleas y en Jambrina el agua. Incluso en lo eclesiástico pertenecemos a Peleas y para enterrar, en Jambrina», explica Amelia Luis Martín, una de las vecinas que habitan en esta calle desde la década de los 40. Lo más curioso de todo es que los ciudadanos del poblado de La Mañana son todos de Jambrina, nacidos y criados en el pueblo, y han vivido como un calvario y no pocas idas y venidas tener que ir a votar a Peleas de Abajo.
«Menos mal que ahora, desde hace unos años, ya podemos hacerlo aquí», explica Alfonso Rivera Esteban, quien asegura que toda la vida ha conocido así esta distribución viaria. «Tengo tres bodegas, una también pertenece a Jambrina y dos que son de Peleas. Recuerdo que antiguamente había por aquí mesones que han desaparecido ya».
Y si llamativo es el asentamiento de estas familias en La Mañana, más absurdo es que en la misma calle que da acceso al despoblado, la margen izquierda pertenece a Peleas de Abajo y sus vecinos de enfrente a Jambrina. «En estos momentos un vecino de aquí se está haciendo una casa en esta zona. La licencia urbanística la concede Peleas mientras que al Ayuntamiento de Jambrina nos corresponde el enganche del agua y el alcantarillado», explican miembros de la corporación municipal. Los arbitrios de los siete vecinos del Despoblado de La Mañana los abonan el Peleas «y ahora creo que vamos a pagar la basura en Jambrina».
En su día, aseguran desde el Ayuntamiento, hubo conversaciones y propuestas para que esta zona del pueblo pasara a Jambrina. «Entonces estaba de alcaldesa Josefa Rodríguez que se negó en rotundo a la cesión», y a día de hoy se ha normalizado tanto esta situación que ni se plantea.
Hasta tal punto llega la literalidad de los linderos sobre el plano que un caño de la fuente es de un pueblo y el de al lado del otro, así como los lavaderos donde acudían los respectivos vecinos a blanquear las prendas. A día de hoy sólo funciona un caño, con un agua de calidad muy apreciada por la gente del entorno.