La vida no miente. Si hay algo que cambiar en este mundo, entonces sólo puede ocurrir a través de la vida.
Le debemos mucho a Thomas Edison. Si no fuera por él, ahora veríamos la televisión con velas.
Puesto que el hombre verdadero no puede ser dañado ni en la vida ni en la muerte, no hay razón para preocuparse por lo que pueda acontecerle a nadie. Sale caro pagar los derechos de autor.