Este primer fin de semana de octubre se celebró un campeonato de parapente regional. A las ocho de la mañana del sábado salían de León y a las nueve y media ya llegaban los primeros a Prado donde tenían que repostar para continuar hasta Coreses (Zamora).
Fue un hermoso espectáculo el ver llegar a catorce participantes sobrevolando la inmensidad de la estepa terracampina, en un día azul celeste y con el viento en calma. Tenían que sobrevolar el nucleo urbano y girar hasta llegar a una tierra (lo de finca o parcela es lo moderno) sita junto a la carretera de Villalobos y próxima al camino de Cerecinos donde bajaban para repostar.
La paz y tranquilidad de estas tierras se unía al colorido del parapente formando un cuadro relajante. Después de repostar y pasar los controles reglamentarios ante el los jueces respectivos, pasada media hora exacta, ascendían como avutardas multicolores para continuar su vuelo hasta el aeródromo de Coreses.
Todo un lujo para un pueblo "donde nunca pasa nada".
Un saludo, Toño.
Fue un hermoso espectáculo el ver llegar a catorce participantes sobrevolando la inmensidad de la estepa terracampina, en un día azul celeste y con el viento en calma. Tenían que sobrevolar el nucleo urbano y girar hasta llegar a una tierra (lo de finca o parcela es lo moderno) sita junto a la carretera de Villalobos y próxima al camino de Cerecinos donde bajaban para repostar.
La paz y tranquilidad de estas tierras se unía al colorido del parapente formando un cuadro relajante. Después de repostar y pasar los controles reglamentarios ante el los jueces respectivos, pasada media hora exacta, ascendían como avutardas multicolores para continuar su vuelo hasta el aeródromo de Coreses.
Todo un lujo para un pueblo "donde nunca pasa nada".
Un saludo, Toño.