PRADO: De San Antón el ejemplo...

De San Antón el ejemplo
con ardiente fe imitemos,
y a la virtud elevemos
en el corazón un templo.

Sus padres muy amorosos
le acarician con encanto,
previendo que será Santo
y de los más milagrosos.

El Santo desde pequeño
a la iglesia se marchaba,
y allí devoto mostraba
de serlo después diseño.

Habiendo sus padres muerto,
como caridad le sobre,
reparte su haccienda al pobre
y se retira al desierto.

Como en la contemplación
cada vez más se remonte,
busca soitario monte
dejando la población.

De niño negro en figura
se le apareció el demonio;
más supo triunfar Antonio
de su traidora impostura.

Los espíritus malignos,
para turbar su oración,
hicieron su aparición
en figura de mosquitos.

Una veces en figuras
para espantarle, horrorosas,
otras de más hermosas
bajo diversas posturas.

Como a Luzbel alborota
del Santo el recogimiento,
con furor le arroja al viento
cual si fuera una pelota.

Quedó en el suelo tendido
en estado lastimero,
donde le halló el compañero,
quedándose conpungido.

En ángel de luz, un día
se le apareció el demonio;
más a Dios se acoge Antonio
y huye la infernal arpía.

Cuando el Santo está durmiendo,
con mil formas diferentes,
espíritus inclementes
le vienen interrumpiendo.

Con una visión horrible
quiso aterrarle el demonio;
mas se le presenta Antonio
con sosiego increíble.

Echando rayos de fuego
le quiere causar espanto;
pero con la Cruz, el Santo
le rechaza de sí luego.

Oro y plata le presenta
por un camino el demonio;
pero el religioso Antonio
su desinterés ostenta.

Estas aleluyas, de un pliego suelto del s. XIX, están recogidas en el libro de Antonio Sánchez del Barrio: "Fiestas y ritos tradicionales", Castilla ediciones, Col. Raíces, en la pág. 21.
Espero que os gusten.
Un saludo, Toño.