QUISIERA SER…
Quisiera ser el niño
jugando allá en tu plaza
creciendo poco a poco
y lleno de esperanza.
Quisiera ser el árbol
que el plantío sombrara
para que en el las niñas
a mil juegos jugaran.
Quisiera ser el caño
de cristalinas aguas
apagando la sed
de aquel que se acercara.
Quisiera ser el viento
que en tus calles soplara
y los malos recuerdos llevarles
allén de las montañas.
Quisiera ser la lluvia
que tu tierra empapara
y todos los otoños
el grano germinara.
Quisiera ser la hoz
que tus mieses segara
y convertir en pan
la harina ya amasada.
Quisiera ser paloma
sin hiel en mis entrañas
para llevarte a un mar
de aguas azuladas.
Quisiera ser la flor
para adornar tus casas
y oler ese perfume
de gratitud pagada.
Y quisiera llorar
leyendo estas nostalgias
por que llorar al fin
son suspiros del alma.
Y quisiera ser campana
para tocar por mí
al partir de este mundo
cuando Dios me llamara.
Quisiera descansar
en aquel Campo-Santo
de tierra casi Santa
y desde allí ver el cielo
en noches estrelladas.
Y contar una a una
por si alguna faltara
por que estrellas seremos
con los que ya nos faltan.
Y si nunca te he dado
un abrazo; y tienes añoranza
yo te lo doy gustoso
pueblo de mis entrañas.
Y quisiera ser más vida
que arraigara en mi alma
pero sé que soy tan solo
polvo de tierra cavada.
Y aunque me propusiera
ser a la vez
niño, árbol y caño
viento y lluvia
hoz y mar,
flor y nostalgia
campana y tierra, casi santa
y estrella y añoranza
que son todas raíces
de mi alma entregada,
nunca llegaría a ser
como TÚ, PRADO
PROMESA DEL MAÑANA.
Julián Cañibano.
Quisiera ser el niño
jugando allá en tu plaza
creciendo poco a poco
y lleno de esperanza.
Quisiera ser el árbol
que el plantío sombrara
para que en el las niñas
a mil juegos jugaran.
Quisiera ser el caño
de cristalinas aguas
apagando la sed
de aquel que se acercara.
Quisiera ser el viento
que en tus calles soplara
y los malos recuerdos llevarles
allén de las montañas.
Quisiera ser la lluvia
que tu tierra empapara
y todos los otoños
el grano germinara.
Quisiera ser la hoz
que tus mieses segara
y convertir en pan
la harina ya amasada.
Quisiera ser paloma
sin hiel en mis entrañas
para llevarte a un mar
de aguas azuladas.
Quisiera ser la flor
para adornar tus casas
y oler ese perfume
de gratitud pagada.
Y quisiera llorar
leyendo estas nostalgias
por que llorar al fin
son suspiros del alma.
Y quisiera ser campana
para tocar por mí
al partir de este mundo
cuando Dios me llamara.
Quisiera descansar
en aquel Campo-Santo
de tierra casi Santa
y desde allí ver el cielo
en noches estrelladas.
Y contar una a una
por si alguna faltara
por que estrellas seremos
con los que ya nos faltan.
Y si nunca te he dado
un abrazo; y tienes añoranza
yo te lo doy gustoso
pueblo de mis entrañas.
Y quisiera ser más vida
que arraigara en mi alma
pero sé que soy tan solo
polvo de tierra cavada.
Y aunque me propusiera
ser a la vez
niño, árbol y caño
viento y lluvia
hoz y mar,
flor y nostalgia
campana y tierra, casi santa
y estrella y añoranza
que son todas raíces
de mi alma entregada,
nunca llegaría a ser
como TÚ, PRADO
PROMESA DEL MAÑANA.
Julián Cañibano.