Puebla es un topónimo recurrente en la geografía española y que suele deber su origen a la fundación o refundación de una villa sobre la base de una carta puebla otorgada por monarca o, en ocasiones, por cargo eclesiástico. Este parece ser el origen de la primera parte del topónimo de esta localidad, a la que Alfonso IX de
León la convirtió en una de sus pueblas el 1 de septiembre de 1220, tras concederle una carta puebla inspirada en el Fuero de Benavente.