La posterior ampliación hacia el sur de este primer recinto incluyó el denominado Arrabal, en el que destaca como elemento singular un pequeño humilladero correspondiente a la capilla de San Pedro del siglo xviii. La villa cuenta con el reconocimiento y protección derivada de su declaración de conjunto histórico y artístico, pero también algunos de sus principales inmuebles cuentan con el reconocimiento propio de la categoría de monumento, entre ellos: