Muy cerca de la
puerta principal del
castillo encontramos una
piedra que tiene un poco forma de
barca. Está envuelta en una leyenda según la cual un peregrino llego a Villaverde de Lucerna pidiendo limosna y solamente fue ayudado por unas mujeres que cocían
pan en un
horno.
Como castigo, el peregrino, que era Jesucristo, golpeó el suelo con su bastón, comenzando a salir
agua hasta inundar el
pueblo y originando el
lago de Sanabria. El peregrino y las panaderas se subieron en la piedra con forma de barca que fue arrastrada por la corriente del y que se paró en el
monte en el que se ubica
Puebla de Sanabria.