Acusan a un hombre de alojarse en un hotel sanabrés para robar
El procesado, acompañado de dos individuos, podría ir un año a prisión por intentar llevarse un vehículo de la calle
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Puebla de Sanabria.
SUSANA ARIZAGA Llegó como un cliente más, reservó su habitación en un conocido hotel situado a la entrada de Puebla de Sanabria y entregó el DNI. El recepcionista del establecimiento no sospechó nada hasta minutos después, cuando aseguró que escuchó ruidos en la parte de atrás del inmueble y «sonó la puerta del garaje». Fue en ese momento cuando llamó a la Guardia Civil, si bien no llegó a ver a nadie. Su llamada coincidió con la realizada por el dueño de un taller mecánico próximo, quien escuchó «un ruido muy fuerte en la calle» y al asomarse a la ventana observó a dos individuos manipulando en un vehículo de uno de sus clientes que estaba aparcado para llevarlo al desguace.
El empresario vio cómo huían y uno de los individuos se dirigía hacia el hotel. La Guardia Civil había llegado. Los dos presuntos ladrones «salieron corriendo», manifestó un agente en el juicio celebrado ayer en el Juzgado de lo Penal solo contra uno de los tres arrestados, que no acudió a la vista oral a pesar de estar acusado de intentar robar el turismo, por lo que la Fiscalía exige una condena a un año de prisión. Pendiente queda el juicio contra el otro individuo, para el que se exige otro año de cárcel, declarado en rebeldía, al estar en paradero desconocido.
Los testimonios de varios guardias civiles sirvieron para que la fiscal mantuviera la acusación contra el imputado M. C. M., al confirmar que tanto él como otro de los arrestados huían en un vehículo, al parecer aparcado cerca del hotel, que fue interceptado por agentes de Tráfico.
Uno de los guardias relató que en el cuartel de Puebla de Sanabria habían recibido una llamada del establecimiento para denunciar que un hombre había hecho una reserva de una habitación y no la había pagado. Cuando se personaron en el local, encontraron a otro hombre diferente en la habitación, afirmó otro guardia, si bien el recepcionista indicó a preguntas de la fiscal que se trataba del mismo que la reservó. El abogado del imputado pidió la absolución para su cliente porque explicó que el dueño del turismo no denunció que hubiera desaparecido ningún objeto, ni tan siquiera la rotura del cristal, y alegó que, a lo sumo, se le podría imputar una falta de daños por tal hecho.
De paso
Desapercibidos
Los tres presuntos ladrones detenidos en Puebla de Sanabria la madrugada del 7 de diciembre de 2009 parecían pretender actuar a sus anchas sin levantar sospechas, lo que habría motivado la reserva de la habitación en el conocido hotel. El fuerte golpe con el que, al parecer, rompieron el cristal alertó al dueño del taller mecánico próximo al hotel, quien vio a los arrestados merodear alrededor del coche que sufrió los daños y llamó a la Guardia Civil.
El procesado, acompañado de dos individuos, podría ir un año a prisión por intentar llevarse un vehículo de la calle
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Puebla de Sanabria.
SUSANA ARIZAGA Llegó como un cliente más, reservó su habitación en un conocido hotel situado a la entrada de Puebla de Sanabria y entregó el DNI. El recepcionista del establecimiento no sospechó nada hasta minutos después, cuando aseguró que escuchó ruidos en la parte de atrás del inmueble y «sonó la puerta del garaje». Fue en ese momento cuando llamó a la Guardia Civil, si bien no llegó a ver a nadie. Su llamada coincidió con la realizada por el dueño de un taller mecánico próximo, quien escuchó «un ruido muy fuerte en la calle» y al asomarse a la ventana observó a dos individuos manipulando en un vehículo de uno de sus clientes que estaba aparcado para llevarlo al desguace.
El empresario vio cómo huían y uno de los individuos se dirigía hacia el hotel. La Guardia Civil había llegado. Los dos presuntos ladrones «salieron corriendo», manifestó un agente en el juicio celebrado ayer en el Juzgado de lo Penal solo contra uno de los tres arrestados, que no acudió a la vista oral a pesar de estar acusado de intentar robar el turismo, por lo que la Fiscalía exige una condena a un año de prisión. Pendiente queda el juicio contra el otro individuo, para el que se exige otro año de cárcel, declarado en rebeldía, al estar en paradero desconocido.
Los testimonios de varios guardias civiles sirvieron para que la fiscal mantuviera la acusación contra el imputado M. C. M., al confirmar que tanto él como otro de los arrestados huían en un vehículo, al parecer aparcado cerca del hotel, que fue interceptado por agentes de Tráfico.
Uno de los guardias relató que en el cuartel de Puebla de Sanabria habían recibido una llamada del establecimiento para denunciar que un hombre había hecho una reserva de una habitación y no la había pagado. Cuando se personaron en el local, encontraron a otro hombre diferente en la habitación, afirmó otro guardia, si bien el recepcionista indicó a preguntas de la fiscal que se trataba del mismo que la reservó. El abogado del imputado pidió la absolución para su cliente porque explicó que el dueño del turismo no denunció que hubiera desaparecido ningún objeto, ni tan siquiera la rotura del cristal, y alegó que, a lo sumo, se le podría imputar una falta de daños por tal hecho.
De paso
Desapercibidos
Los tres presuntos ladrones detenidos en Puebla de Sanabria la madrugada del 7 de diciembre de 2009 parecían pretender actuar a sus anchas sin levantar sospechas, lo que habría motivado la reserva de la habitación en el conocido hotel. El fuerte golpe con el que, al parecer, rompieron el cristal alertó al dueño del taller mecánico próximo al hotel, quien vio a los arrestados merodear alrededor del coche que sufrió los daños y llamó a la Guardia Civil.