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NUESTRA SEÑORA DE LAS CANDELAS.
En nuestro pueblo se celebraba este día el 2 de febrero. Aunque no era festivo, tenía mucha raigambre debido a que había muchas personas llamadas María y algunas Purificación que celebraban su onomástica.
En mi caso mi abuela materna se llamaba María, y siempre celebraba su santo este día.
Recuerdo como durante la tarde, siempre iba mi madre y alguna otra de las mujeres de sus hijos, para ayudarle a preparar la cena este día, que celebrábamos en familia.
Siempre reservaba un cordero, que con los conejos y pollos que criaba, en unión de otros ingredientes preparaban una excelente cena.
Lo que más me recuerda es la cantidad de figüelas que hacían. Una cesta grande de aquellas que se llenaban de cerezas cuando se iban a vender; la llenaban de figüelas a rebosar, que endulzadas con la rica miel de las colmenas que cuidaba el abuelo, estaban riquísimas.
Los que llegábamos antes de la cena, íbamos directos a la cocina y ya nos daban alguna de las figüelas para ver que tal estaban. Tenía que regañarnos la abuela porque si comíamos muchas después no cenaríamos.
Lo pasábamos muy bien, y siempre se amenizaba al final con juegos, cánticos y baile, que al calor de una hoguera que se hacía en el portal de la casa, y al son de una gramola que tenía uno de los tíos, todos disfrutábamos de lo lindo.
Que días aquellos……..
La iglesia en este día, conmemoraba la fiesta de la Purificación de Nuestra Señora en el templo, de María con su hijo Jesús.
Según el rito judaico, todos los primogénitos tenían que ser consagrados al culto del Templo, por mandato divino.
Todas las madres tenían que ir a purificarse, cuarenta días después del parto y tenían que contribuir, los ricos con un cordero de un año, y los pobres con dos tórtolas o palomas.
María entonces, encargó a su esposo José, que comprara un par de tórtolas y ella misma acudió al templo con su hijo Jesús, para cumplir el mandato y hacer la ofrenda.
Recuerdo como en nuestro pueblo, mi madre y muchas de las señoras, algún tiempo después de haber dado a luz algún hijo, acudían a la iglesia para hacer la presentación, lo que no se si era por devoción o tradición de sus antepasados.
Y ya para terminar, quiero plasmar unos bonitos versos, que cantan en este día, los vecinos de Moreruela de los Infanzones (Zamora), en honor a su patrona.
VERSION DE MORERUELA DE LOS INFANZONES
El día de las candelas,
el día dos de febrero,
el día que salió a misa
María, madre del Verbo.
A ofrecer vino María
con su divino Jesús
y por ofrenda le lleva
dos tórtolas y una luz.
Dos tórtolas o palomas
como pobre le ofreciste
y por ser madre de Dios
un cordero no pudiste.
¿Quién es aquel sacerdote
que está en el altar mayor?
Es un ministro de Cristo
para nuestra salvación.
Humíllate, sacerdote,
también se humilla María
a ofrecer con humildad
una candela encendida.
Vuelve Señora a tu trono
donde estuviste primero,
mira que es mucho subir.
desde el altar a los cielos.
Con mis gratos saludos, y en recuerdo de todas aquellas personas del pueblo y valles, que celebraban este día; y en especial a las llamadas María, Purificación, Presentación y Candelas, que celebraba su onomástica.
Arturo G. P.
En nuestro pueblo se celebraba este día el 2 de febrero. Aunque no era festivo, tenía mucha raigambre debido a que había muchas personas llamadas María y algunas Purificación que celebraban su onomástica.
En mi caso mi abuela materna se llamaba María, y siempre celebraba su santo este día.
Recuerdo como durante la tarde, siempre iba mi madre y alguna otra de las mujeres de sus hijos, para ayudarle a preparar la cena este día, que celebrábamos en familia.
Siempre reservaba un cordero, que con los conejos y pollos que criaba, en unión de otros ingredientes preparaban una excelente cena.
Lo que más me recuerda es la cantidad de figüelas que hacían. Una cesta grande de aquellas que se llenaban de cerezas cuando se iban a vender; la llenaban de figüelas a rebosar, que endulzadas con la rica miel de las colmenas que cuidaba el abuelo, estaban riquísimas.
Los que llegábamos antes de la cena, íbamos directos a la cocina y ya nos daban alguna de las figüelas para ver que tal estaban. Tenía que regañarnos la abuela porque si comíamos muchas después no cenaríamos.
Lo pasábamos muy bien, y siempre se amenizaba al final con juegos, cánticos y baile, que al calor de una hoguera que se hacía en el portal de la casa, y al son de una gramola que tenía uno de los tíos, todos disfrutábamos de lo lindo.
Que días aquellos……..
La iglesia en este día, conmemoraba la fiesta de la Purificación de Nuestra Señora en el templo, de María con su hijo Jesús.
Según el rito judaico, todos los primogénitos tenían que ser consagrados al culto del Templo, por mandato divino.
Todas las madres tenían que ir a purificarse, cuarenta días después del parto y tenían que contribuir, los ricos con un cordero de un año, y los pobres con dos tórtolas o palomas.
María entonces, encargó a su esposo José, que comprara un par de tórtolas y ella misma acudió al templo con su hijo Jesús, para cumplir el mandato y hacer la ofrenda.
Recuerdo como en nuestro pueblo, mi madre y muchas de las señoras, algún tiempo después de haber dado a luz algún hijo, acudían a la iglesia para hacer la presentación, lo que no se si era por devoción o tradición de sus antepasados.
Y ya para terminar, quiero plasmar unos bonitos versos, que cantan en este día, los vecinos de Moreruela de los Infanzones (Zamora), en honor a su patrona.
VERSION DE MORERUELA DE LOS INFANZONES
El día de las candelas,
el día dos de febrero,
el día que salió a misa
María, madre del Verbo.
A ofrecer vino María
con su divino Jesús
y por ofrenda le lleva
dos tórtolas y una luz.
Dos tórtolas o palomas
como pobre le ofreciste
y por ser madre de Dios
un cordero no pudiste.
¿Quién es aquel sacerdote
que está en el altar mayor?
Es un ministro de Cristo
para nuestra salvación.
Humíllate, sacerdote,
también se humilla María
a ofrecer con humildad
una candela encendida.
Vuelve Señora a tu trono
donde estuviste primero,
mira que es mucho subir.
desde el altar a los cielos.
Con mis gratos saludos, y en recuerdo de todas aquellas personas del pueblo y valles, que celebraban este día; y en especial a las llamadas María, Purificación, Presentación y Candelas, que celebraba su onomástica.
Arturo G. P.