otra manera de definir a España?
MI NOVIA
Tengo yo una novia! Qué novia más guapa!
No encuentro en el mundo ni diosa ni reina con que compararla.
Es de sangre noble y de ilustre raza
Lleva a todas horas la frente muy alta,
Que en ella no ha habido estigma de afrenta ni sombra de infamia.
Está siempre hermosa mi novia del alma.
Unas veces viste las tocas severas de la castellana,
Otras veces luce bello traje charro con largos collares y cintas de seda a su espalda.
En los barrios bajos la he visto gallarda
Ir a la verbena con mantón de flores, crujiendo la falda,
Los claveles rojos sobre el negro pelo, los brazos en jarras.
Y vi su pasito menudo y ligero que con las baldosas repiqueteaba.
La vi en Barcelona salir de la fábrica, meterse en un corro de mozos y mozas,
Bailar la sardana, cimbrear su talle,
Mostrando sus manos de obrera y honrada.
Y la he visto en Murcia, nenica simpática,
Ciñendo su busto pañuelo de encaje, cortica la falda,
Los pies como almendras, aprisionaícos en las alpargatas,
Llevando en sus ropas el aroma sano de los azahares y las albahacas.
¡Vicente Medina sabía cantarla!
y la vi en Galicia, ruborosa y cándida
cruzando los valles, cantando amoríos al son de la gaita…
bajo los manzanos me ofreció otras veces la sidra dorada
de la novia Asturias, cuna de Pelayo, mural de la Patria.
Bailé con mi novia sentidos curreskus en la tierra vasca
Y a la sombra augusta del viejo Guernica
Me cantó aquel himno que es flor de su raza.
Después, junto al Ebro, al pie del Moncayo de cumbres nevadas,
Crucé con mi novia las fértiles tierras
Donde perdió antaño sus plumas el águila.
Hasta Zaragoza me llevó mi maña
Y mirando juntos las puertas del Carmen, me dijo:
Repara si son esas puertas seguras y recias; más es mi palabra;
Que llevo en mis venas sangre aragonesa y Aragón no engaña!
Con ella más tarde crucé la fragante huerta valenciana,
Donde entre naranjos y cañaverales, manto de verdura, crucé la barraca.
¡Qué hermosa mi novia con aquel vestido de flores de grana!
Hundida en su pelo la peineta de oro,
Collares y perlas sobre la garganta,
Luciendo sublime el regio prestigio de las arracadas
Ofreciendo pródigas sus manos de nieve,
claveles y rosas para la batalla.
He visto a mi novia juncal y gitana,
En tardes de toros salir de la plaza,
los sedosos rizos alumbrar su frente,
y su rostro envuelto en su mantilla blanca
y entre fino encaje, los claveles rojos,
que amores y celos sangrientos proclaman.
Clavel de madriños rodea su típico estilo de maja,
Del brece zapato surgen los encantos de su media blanca.
Detrás de las rejas, por cuyos barrotes las rosas trepaban,
Mi reina andaluza veía en la esquina,
entre los quejidos de una malagueña, puntear la guitarra,
Reproche de amores, canción de esperanza,
Rugido de celos, Resbalar de lágrimas.
Algo que en la dulce quietud de la noche,
Entre rezo y canto nos llegaba al alma.
Yo tengo una novia! Qué novia más guapa!
Reina y labradora, señorita y chula,
Obrera y manola, creyente y gitana.
No dudo que todos la habéis conocido:
¡Mi novia es España!
Gary JUSTEL
Francia
MI NOVIA
Tengo yo una novia! Qué novia más guapa!
No encuentro en el mundo ni diosa ni reina con que compararla.
Es de sangre noble y de ilustre raza
Lleva a todas horas la frente muy alta,
Que en ella no ha habido estigma de afrenta ni sombra de infamia.
Está siempre hermosa mi novia del alma.
Unas veces viste las tocas severas de la castellana,
Otras veces luce bello traje charro con largos collares y cintas de seda a su espalda.
En los barrios bajos la he visto gallarda
Ir a la verbena con mantón de flores, crujiendo la falda,
Los claveles rojos sobre el negro pelo, los brazos en jarras.
Y vi su pasito menudo y ligero que con las baldosas repiqueteaba.
La vi en Barcelona salir de la fábrica, meterse en un corro de mozos y mozas,
Bailar la sardana, cimbrear su talle,
Mostrando sus manos de obrera y honrada.
Y la he visto en Murcia, nenica simpática,
Ciñendo su busto pañuelo de encaje, cortica la falda,
Los pies como almendras, aprisionaícos en las alpargatas,
Llevando en sus ropas el aroma sano de los azahares y las albahacas.
¡Vicente Medina sabía cantarla!
y la vi en Galicia, ruborosa y cándida
cruzando los valles, cantando amoríos al son de la gaita…
bajo los manzanos me ofreció otras veces la sidra dorada
de la novia Asturias, cuna de Pelayo, mural de la Patria.
Bailé con mi novia sentidos curreskus en la tierra vasca
Y a la sombra augusta del viejo Guernica
Me cantó aquel himno que es flor de su raza.
Después, junto al Ebro, al pie del Moncayo de cumbres nevadas,
Crucé con mi novia las fértiles tierras
Donde perdió antaño sus plumas el águila.
Hasta Zaragoza me llevó mi maña
Y mirando juntos las puertas del Carmen, me dijo:
Repara si son esas puertas seguras y recias; más es mi palabra;
Que llevo en mis venas sangre aragonesa y Aragón no engaña!
Con ella más tarde crucé la fragante huerta valenciana,
Donde entre naranjos y cañaverales, manto de verdura, crucé la barraca.
¡Qué hermosa mi novia con aquel vestido de flores de grana!
Hundida en su pelo la peineta de oro,
Collares y perlas sobre la garganta,
Luciendo sublime el regio prestigio de las arracadas
Ofreciendo pródigas sus manos de nieve,
claveles y rosas para la batalla.
He visto a mi novia juncal y gitana,
En tardes de toros salir de la plaza,
los sedosos rizos alumbrar su frente,
y su rostro envuelto en su mantilla blanca
y entre fino encaje, los claveles rojos,
que amores y celos sangrientos proclaman.
Clavel de madriños rodea su típico estilo de maja,
Del brece zapato surgen los encantos de su media blanca.
Detrás de las rejas, por cuyos barrotes las rosas trepaban,
Mi reina andaluza veía en la esquina,
entre los quejidos de una malagueña, puntear la guitarra,
Reproche de amores, canción de esperanza,
Rugido de celos, Resbalar de lágrimas.
Algo que en la dulce quietud de la noche,
Entre rezo y canto nos llegaba al alma.
Yo tengo una novia! Qué novia más guapa!
Reina y labradora, señorita y chula,
Obrera y manola, creyente y gitana.
No dudo que todos la habéis conocido:
¡Mi novia es España!
Gary JUSTEL
Francia