Sedere: Teniendo en cuenta el día que fué ayer, esperemos que la noticia no se trate de una inocentada. De ser cierta, representa una ráfaga de aire fresco en estos tiempos de crisis y más en nuestra zona que lo necesita y merece. Sin duda que han leído nuestros correos y quieren tener un datalle con Los Valles. Desde luego que Ruiz Mateos y García Carrión son empresarios con mucha solera y con miras muy altas que no necesitan hacer experimentos arriesgados A buen seguro que... Gran oportunidad para Los Valles
Emilio, parece que te han escuchado. Viene la noticia en el periódico “El Norte de Castilla” de hoy. Copio textualmente:
"Los empresarios Ruiz Mateos y García Carrión se han asociado para iniciar en marzo la construcción de una gran bodega que será también un complejo enoturístico que contará con hotel adjunto de gran lujo. La construirán en unos terrenos adquiridos recientemente a módico precio junto a la autovía Rías Baixas, entre los términos de Santa Marta... POR QUÉ ZAMORA NO LEVANTA LA VOZ
Un elevado desempleo de carácter estructural, es decir, que se mantiene incluso fuera de épocas de crisis económicas; una de las tasas de actividad más bajas del país y carencias en infraestructuras que permanecen decenas de años sin resolver, despoblación y envejecimiento. Estas son las credenciales que barajan los expertos cuando colocan a Zamora en la cola del desarrollo socioeconómico. Una colección de factores que, vista desde el exterior, bien podría considerarse... ¿UNA UTOPÍA?
Con motivo de una visita al pueblo, aproveché la ocasión para viajar por los Valles de Vidriales y del Tera. No han cambiado mucho. Su situación sigue igual; aletargados y silenciosos. Sólo de vez en cuando se veían algunas personas mayores, paseando o sentadas tomando el sol o el fresco dejando pasar el tiempo monótona y cansinamente. En el bar, los de siempre echando la partida después de comer. Como excepción, los fines de semana la gente frecuenta más el bar sobre todo las mujeres... LA NIÑEZ EN EL PUEBLOS (II)
En el pueblo, los niños correteábamos y jugábamos por la calle mientras nuestros padres y abuelos tomaban el fresco y charlaban con los vecinos, tranquilos y sin temor de ser atropellados por algún vehículo. Calles que de noche estaban oscuras como la “boca del lobo”. Si acaso iluminadas por la espléndida luna y el cielo rabiosamente despejado y estrellado. Años después llegó la luz eléctrica y había cuatro farolas en todo el pueblo que alumbraban menos que una vela....