No se puede ir a Benavente sin subir a la Mota, tampoco a Quiruelas sin hacer la visita de rigor a Las Bodegas. Templos de Baco, dios de la vendimia (falta poco ya). En la parte alta del pueblo, alineadas de Este a Oeste desde El Calvario hasta la Iglesia -pasando por el cementerio-, se hallan pegadas unas junto a otras, constreñidas en ese triángulo sagrado. A veces un mismo callejón es compartido por varias, todo dispuesto al ahorro de espacio y tiempo. Es precisamente... PERSONA NON GRATA (3ª parte y final de G, gorrón ilustre)
(Se prosigue alguna historia acaecida en nuestro pueblo con G, malísima persona. Por otra parte tan de actualidad: un mísero símbolo, pálido reflejo, de tanto politicastro como hoy en día vive a cuerpo de rey, se pega la gran vida, a nuestra costa y sin dar ni golpe).
Era G, como es bien sabido, un tremendo devorador de viandas, terrible; siempre por cuenta ajena, claro, cuando sentía nacer en él de pronto voraz apetito. La palabra... EL INVITADO (2ª parte)
Hubo un famoso forastero casado con una paisana, llamémosle G, de gorrón, de aquí en adelante, quiero citar sólo el pecado. Los fines de semana aparecía en su flamante Mercedes por el pueblo y, por la tarde, como intuyese que había para asar, ya fuese por señales inequívocas como ver a varios con bolsas camino de la iglesia, mañizos de la mano arrastrados por el pico, el haber escuchado una conversación previa en el bar o cualquier movimiento de personas sospechoso, G asomaba... LOS INVITADOS
Hasta hace apenas unas décadas, la hospitalidad en la bodega con cualquier forastero, incluso desconocido, era proverbial. Ciertos abusos abrieron los ojos y escarmentaron a muchos, que aprendieron a excusarse.
Posiblemente la primera vez que el forastero visitase la bodega fuese un poco por caer bien o no parecer huraño, por no resultar antipático ante la tenaz insistencia de nuestros paisanos de la gorra, que parecía que se iban a ofender si se rechazaba su invitación, todos muy... En estas fiestas de la Novena siento nostalgia del pueblo, y para que este foro, en ausencia de Emilio, no se nos muera de inanición, ahí os envío una merendola o cena de las de antaño, como Dios manda. Las de Arzak, Ferrán Adriá, Arguiñano, etc, etc, son tonterías, hacedme caso.
¡Bendita tú seas entre todas las bodegas, y bendito sea, Andrés, el vino de tu tonel!