DOMINGO DE CARNAVAL
Antaño aquí en QQ, como en Ciudad Rodrigo, también se corría el toro. Bueno, más bien era éste el que corría tras los chicos y mozas. Un hombre -bastantes veces hizo el papel el yerno del Sr Nicomedes- se ponía un disfraz de toro con cornamenta y todo. Iba tras ellas derecho a empitonarlas, con sumo cuidado de no engancharles el pañuelo. Las mozas vestían para la ocasión el traje típico tradicional (rodao, mandil y encima el pañuelo) y lo toreaban con gran salero esquivando las cornás, o se escondían tras las huertas. Debía ser muy divertido.
Todo esto se hacía aquí mismo, en La Vereda, y después culminaba con un baile, muy animado por ser como de despedida. (Hasta pasada la Cuaresma, o sea el domingo de Pascua de Resurrección, ya no había ningún otro) Creo recordar que tocaban Los Mendes -los padres de los conocidos por todos nosotros- con dulzaina y tamboril. Sería bueno que quien sepa algo sobre esta fiesta (prohibida por el régimen franquista?) corrija o añada lo que crea conveniente, para que perdure al menos su recuerdo. El fito.
Antaño aquí en QQ, como en Ciudad Rodrigo, también se corría el toro. Bueno, más bien era éste el que corría tras los chicos y mozas. Un hombre -bastantes veces hizo el papel el yerno del Sr Nicomedes- se ponía un disfraz de toro con cornamenta y todo. Iba tras ellas derecho a empitonarlas, con sumo cuidado de no engancharles el pañuelo. Las mozas vestían para la ocasión el traje típico tradicional (rodao, mandil y encima el pañuelo) y lo toreaban con gran salero esquivando las cornás, o se escondían tras las huertas. Debía ser muy divertido.
Todo esto se hacía aquí mismo, en La Vereda, y después culminaba con un baile, muy animado por ser como de despedida. (Hasta pasada la Cuaresma, o sea el domingo de Pascua de Resurrección, ya no había ningún otro) Creo recordar que tocaban Los Mendes -los padres de los conocidos por todos nosotros- con dulzaina y tamboril. Sería bueno que quien sepa algo sobre esta fiesta (prohibida por el régimen franquista?) corrija o añada lo que crea conveniente, para que perdure al menos su recuerdo. El fito.