Casi que me gustaba más antes, tal cual la había dejado hace años el Sr Manuel "de la Posada", siempre tan andariego, al borde del camino. Estaba más salvaje y natural. Aunque necesitase una limpieza de zarzas y demás maleza, que con la sequía devoraban la poca humedad, tal vez haya sido una intervención exagerada y hubiese bastado con restaurar primitiva. ¿No os parece?