QUIRUELAS DE VIDRIALES: EL GALLO DEL TÍO PERICO...

EL GALLO DEL TÍO PERICO

El cuento que reproduzco a continuación es un cuento muy antiguo que nos lo explicaban nuestros padres cuando éramos niños. Muchos años después aún continúo acordándome de él. Dice así:

>Había una vez un gallo que quería ir a la boda de su tío Perico que vivía en un pueblo muy lejano, muy lejano. Y por eso tenía que hacer un largo y penoso viaje. Así que preparó sus cosas y emprendió el camino.
>Después de varios días de caminata tenía mucha hambre, y en el camino se encontró una cagada de vaca llena de trigo y dijo: si pico me mancho el pico y si no pico me muero de hambre.
>Después de pensarlo durante un rato si picaba o no picaba... picó, y se manchó el pico. Entonces dijo: ¡Vaya! ¡Ahora ya no podía ir a la boda de mi tío Perico!
>Continuó el viaje y en el camino se encontró con una malva y le dijo: malva, límpiame el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y la malva le dijo: ¡no quiero!
>Siguió el camino y se encontró con una oveja y le dijo: oveja, cómete a la malva, que la malva no me quiso limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y la oveja le dijo: ¡no quiero!
>Más adelante se encontró con un lobo y le dijo: lobo, cómete a la oveja, que la oveja no quiso comerse a la malva y la malva no me quiso limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y el lobo le dijo: ¡no quiero!
>Luego se encontró con un perro y le dijo: perro, muerde al lobo, que el lobo no quiso comerse a la oveja, la oveja no quiso comerse a la malva y la malva no me quiso limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y el perro le dijo: ¡no quiero!
>Después, se encontró con un palo y le dijo: palo, pégale al perro, que el perro no quiso morder al lobo, el lobo no quiso comerse a la oveja, la oveja no quiso comerse a la malva y la malva no me quiso limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y el palo le dijo: ¡no quiero!
>Continuó el viaje y por el camino se encontró con una lumbre y le dijo: lumbre, quema al palo, que el palo no quiso pegarle al perro, el perro no quiso morder al lobo, el lobo no quiso comerse a la oveja, la oveja no quiso comerse a la malva y la malva no me quiso limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y la lumbre le dijo: ¡no quiero!
>Más adelante, se encontró con el agua y le dijo: agua, apaga la lumbre, que la lumbre no quiso quemar al palo, el palo no quiso pegarle al perro, el perro no quiso morder al lobo, el lobo no quiso comerse a la oveja, la oveja no quiso comerse a la malva y la malva no me quiso limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y el agua le dijo: ¡no quiero!
>Y por último, se encontró con un burro y le dijo: burro, bebe el agua, que el agua no quiso apagar la lumbre, la lumbre no quiso quemar al palo, el palo no quiso pegarle al perro, el perro no quiso morder al lobo, el lobo no quiso comerse a la oveja, la oveja no quiso comerse a la malva y la malva no me quiso limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico. Y el burro le dijo: ¡no quiero!
>Entonces nos preguntaban a los niños que escuchábamos el cuento atentamente con la boca abierta cual era el último animal que se había nombrado y todos contestábamos de inmediato: " ¡el burro!", ¡el burro! y el que explicaba el cuento, añadía: ¿El burro?, pues... “ ¡álzale el rabo y bésale en el culo!”. Y todos acabábamos con una sonora carcajada, pidiendo a gritos que nos lo contaran otra vez.

Pero lo que nunca nos contaron fue si el gallo llegó o no a la boda de su tío Perico. Se supone que encontró alguna solución a su pico manchado con la cagaba de vaca y pudo asistir a la boda. Y como todos los cuentos acaba así: Colorín colorado, este cuento se ha acabado. €1000io