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QUIRUELAS DE VIDRIALES: Una zarcera y el corral en primer plano! Sí,€1000io,...

Una zarcera y el corral en primer plano! Sí,€1000io, gracias por la foto, que me huele a pueblo, pueblo, y del güeno... (El de siempre si quitas la grúa y esos cables telefónicos) Corral donde no faltaban gallinas ni conejos. Con su semillero de perejil y su arbolito de laurel. Y el poco profundo bodegón ("valero, valerín") adosado a la tapia del fondo que hacía de frigorífico y despensa. Y tapias sobre las que se aprecian bien esos "tostajones" tuyos de marras. Vamos, que estamos como quien dice en la misma bodega, así que ahí va un cuentecico en verso sobre una gallina, estofada en pepitoria, que me contaron y tengo anotado. Al que no le guste el plato que culpe al poco oficio y mal gusto del pinche, que se le antojó ponerle salsa (rima) y no a nuestros ingredientes, que dan para hacer no uno sino mil guisos. No necesitamos marisco ni cabrito: "donde estén unas buenas patatas con bacalao -como las de antes. No te olvides, Mari, de echarle unas tiras de pimiento rojo- que se quite todo.

LA GALLINA FINA
Es mañana fiesta,/ pasa el mediodía,/ es hora de siesta
y duerme María./ Desde su corral/ sale la gallina
por el albañal./ ¡Ay, mi gallinita!/ ¡Cuídemela, madre.
Pero qué bonita/ y sola en la calle!/ A ambos lados mira:
"Todo está desierto,/ ¡qué suerte la mía!"/ ¡Con qué contoneo
la gallina Fina/ mueve su pescuezo!/ ¡Con cuánta alegría
se da su paseo!/ ¡Vaya señorita llena de remiendos!
Del ama se olvida/ y camina ufana:/ no es una pollita
la muy casquivana./ Muchos son sus días/ tiene casi un año.
La ciega gallina/ ver el mundo anhela/ por la calle arriba,
tener experiencia,/ conocer la vida/ y otro gallo altivo
que haga compañía./ Cuanto se le antoja/ en el suelo pica,
despreocupada./ Mas una vecina/ sin conciencia y ruin,
con alevosía,/ le abre la puerta,/ unos granos tira
y los picotea,/ apenas se fija dónde se ha metido,
va tan distraída/ comiendo su trigo,/ la gallina Fina,
que no advierte el daño/ que se le avecina.
De pronto se cierra/la puerta furtiva/y el portal se vuelve,
sin la luz del día,/ sombrío y atroz: Sus plumas se agitan
con gran alboroto,/se mueve y se excita/ y salta y no vuela,
la pobre gallina/ de inútiles alas,/ y corre aturdida
y revolotea.../ La acosa la Harpía/ y llega a un rincón...
¡Zas!, muy cruel, le atiza/ garrotazo al cuello.
¡Ay, mi gallinita!/ cae sin remedio.
"Tengo en la cocina/ un balde en la hornaz
-dice la muy arpía-/ con el agua hirviendo/ para mi pollita.
A falta de pavo,/ ¡buena es la gallina/ la fiesta Santiago!
¡Menuda sopica/ con un par de nabos! ¡Sustancia más rica
no hará mejor caldo!"
Su dueña querida,/ ¿la echará de menos?/ Una pesadilla.
Tañen las campanas,/ despierta María: ¿Será la vacada?
¡Ay, mi gallinica!...-presiente asustada.
¡Ay, mi gallinica!...-repite apenada.
¿Y seguira viva? -ya sobresaltada.

Ha pasado el día,/ la víbora mala/ la coge y la guisa:
"No se me da nada,/ me importa una higa/ por esa pazguata"
" ¿Estará perdida?/Del corral, princesa, ¡qué huevos ponía!...
- ¿Será la garduña? -se dice, afligida.
- ¿Será la raposa? -se duele, mohína.
Nunca la golosa,
nunca su vecina:
Tantos los favores,
- ¡desagradecida-,
tantas confidencias
tienen compartidas,
que nada sospecha
la pobre María.