Más localismos
COGUYADA: ave marrón, algo mayor que el pardal. Inconfundible por su penacho de plumas, a modo de cresta. Solían posarse mucho en La Cañada.
CORUJA: lechuza.
CARBONERA: Otro pájaro común entonces, de color marrón oscuro y que se posaba frecuentemente en las tapias.
MELUCA: lombriz de tierra. Al escarbar con un palo aparecían y te daban un susto. Se ponían de cebo para pescar.
MELA: montón de pipas de girasol peladas.
MEDA: montón cónico de mies o bálago. Fig. por extensión, un montón de otra cosa.
PENQUERETA: "dar la penquereta" era dar una voltereta. El niño se agacha y pone la cabeza junto a sus rodillas, saca las manos por detrás de las piernas, se acerca de frente al adulto y este le tira de las manos hacia arriba hasta darle la vuelta completa en el aire.
Se decía también PENCAR, creo que también con el significado de voltear.
VALERO: cuando algo está poco profundo, casi a ras del suelo, superficial. Lo mismo que el diminutivo valerín. "Aquello estaba muy valero, valerín".
ATRUCHAR: pisar o cruzar un charco, un regato, etc. (Etim. ¿Vendrá de la fusión de atravesar y de trucha?
REGATA: Cuando corría abundantemente agua de lluvia por la calle, decíamos "la regata". A veces peligrosa, llegaba a entrar en las casas o faltaba poco para que lo hiciese. Podía cruzarse atruchando, con las katiuscas o con los zancos, los pocos que sabían usarlos.
ATOLLAR (SE): hundirse los pies cuando el terreno es blando (atolladero).
ESCOLINGRAR: pingar, colgar. Se decía especialmente de un líquido espeso, viscoso. Quizá venga de colgar + grasa. "Mira ahí esos riguerones escolingrando, qué asco".
ENCISNAR (SE): mancharse de negro, hollín o ceniza (CERNADA). "Ten cuidado que te encisnas". Quizá venga de ceniza, encina, cisco o de una mezcla de estas palabras.
PESCUDAR: esforzarse en aprender o averiguar algo o lograr una cosa indagando mucho. ¿Vendrá de meter el pescuezo como un sabueso?
GALFARRÓN: creo que se usaba para referirse a alguien grandullón, pero a la vez de poca fuerza. Matiz despectivo: uno que aparentaba fuerza por su físico voluminoso, pero blando y fofo. ¿Y quizá también gandul?
GUSGO: goloso. A veces con el matiz de delgado o de husmear, de buscón, un lamerón, que es el espíritu de la golosina.
GISPO: vivaracho, despierto, despabilado. "Mira este perrín como finca la cabeza, ¡lo gispo que está!" Puede que venga de avispado o de guipar (ver).
JOPIAR: escaparse, fugarse.
HACER LA RETRANCA: Poner la zancadilla. Vendría de la tranca, palo grueso apoyado oblicuamente en el suelo, puntal con el que se mantenían cerradas las dos hojas de las puertas grandes. Uno de estos palos, sujeto por una cuerda, se hacía colgar del cuello de las caballerías para evitar que corriesen cuando iban en la vacada. Si intentaban correr tropezaban con la tranca, se les atravesaba en las patas delanteras y casi las hacía caer.
EMPUNTIAR: Empaquetar a uno aquello que nadie quiere. Endilgar.
YERA: trabajo realizado en común, por turnos y obligatorio cuando tocaba. Arreglar caminos, limpiar zanjas, etc.
COGUYADA: ave marrón, algo mayor que el pardal. Inconfundible por su penacho de plumas, a modo de cresta. Solían posarse mucho en La Cañada.
CORUJA: lechuza.
CARBONERA: Otro pájaro común entonces, de color marrón oscuro y que se posaba frecuentemente en las tapias.
MELUCA: lombriz de tierra. Al escarbar con un palo aparecían y te daban un susto. Se ponían de cebo para pescar.
MELA: montón de pipas de girasol peladas.
MEDA: montón cónico de mies o bálago. Fig. por extensión, un montón de otra cosa.
PENQUERETA: "dar la penquereta" era dar una voltereta. El niño se agacha y pone la cabeza junto a sus rodillas, saca las manos por detrás de las piernas, se acerca de frente al adulto y este le tira de las manos hacia arriba hasta darle la vuelta completa en el aire.
Se decía también PENCAR, creo que también con el significado de voltear.
VALERO: cuando algo está poco profundo, casi a ras del suelo, superficial. Lo mismo que el diminutivo valerín. "Aquello estaba muy valero, valerín".
ATRUCHAR: pisar o cruzar un charco, un regato, etc. (Etim. ¿Vendrá de la fusión de atravesar y de trucha?
REGATA: Cuando corría abundantemente agua de lluvia por la calle, decíamos "la regata". A veces peligrosa, llegaba a entrar en las casas o faltaba poco para que lo hiciese. Podía cruzarse atruchando, con las katiuscas o con los zancos, los pocos que sabían usarlos.
ATOLLAR (SE): hundirse los pies cuando el terreno es blando (atolladero).
ESCOLINGRAR: pingar, colgar. Se decía especialmente de un líquido espeso, viscoso. Quizá venga de colgar + grasa. "Mira ahí esos riguerones escolingrando, qué asco".
ENCISNAR (SE): mancharse de negro, hollín o ceniza (CERNADA). "Ten cuidado que te encisnas". Quizá venga de ceniza, encina, cisco o de una mezcla de estas palabras.
PESCUDAR: esforzarse en aprender o averiguar algo o lograr una cosa indagando mucho. ¿Vendrá de meter el pescuezo como un sabueso?
GALFARRÓN: creo que se usaba para referirse a alguien grandullón, pero a la vez de poca fuerza. Matiz despectivo: uno que aparentaba fuerza por su físico voluminoso, pero blando y fofo. ¿Y quizá también gandul?
GUSGO: goloso. A veces con el matiz de delgado o de husmear, de buscón, un lamerón, que es el espíritu de la golosina.
GISPO: vivaracho, despierto, despabilado. "Mira este perrín como finca la cabeza, ¡lo gispo que está!" Puede que venga de avispado o de guipar (ver).
JOPIAR: escaparse, fugarse.
HACER LA RETRANCA: Poner la zancadilla. Vendría de la tranca, palo grueso apoyado oblicuamente en el suelo, puntal con el que se mantenían cerradas las dos hojas de las puertas grandes. Uno de estos palos, sujeto por una cuerda, se hacía colgar del cuello de las caballerías para evitar que corriesen cuando iban en la vacada. Si intentaban correr tropezaban con la tranca, se les atravesaba en las patas delanteras y casi las hacía caer.
EMPUNTIAR: Empaquetar a uno aquello que nadie quiere. Endilgar.
YERA: trabajo realizado en común, por turnos y obligatorio cuando tocaba. Arreglar caminos, limpiar zanjas, etc.