CARTA A LA CIGÜEÑA
Querida cigüeña: Te escribo esta carta para agradecer tu presencia cada año en nuestros campanarios, torres del tendido eléctrico y campos zamoranos. Sé que eres la misma cigüeña que cada año habita el mismo nido y que formáis una pareja fiel y estable de por vida. Además os acompañan otras cigüeñas que se han independizado y también se han constituido en pareja. Te doy las gracias por permitir deleitarnos con tu majestuoso vuelo llevando al viejo nido, ramas, palos, paja, barro y trapos para reconstruirlo. Por aguantar estoicamente el sofocante calor, las tormentas, lluvias, vientos e inclemencias del tiempo mientras incubas los huevos. Por compartir tu voluminoso nido con gorriones, estorninos y cernícalos. Por sobrevolar nuestros campos y casas, transportando en el pico desde los humedales, culebras, ratones y todo tipo de anfibios, insectos y roedores para alimentar a tus cigüeños. Gracias por dejarnos contemplar tu esbelta figura y tu pausado caminar detrás de los tractores, picoteando, mientras los labradores aran las tierras de regadío. O cuando te reúnes como en una ceremonia con muchas cigüeñas en las praderas y tierras de labranza. Vosotras sabréis por qué lo hacéis. Yo quiero que continuéis viniendo a nuestro pueblo cada año. Sé que cada vez las cosas se os ponen más difíciles a causa de los pesticidas, y por que las compañías de la luz derriban los nidos que con tanto trabajo habéis construido. Sois seres con espíritu de sacrificio y capaces de superar las dificultades y adversidades. Por otro lado, se están habilitando nuevos lugares de expansión para que podáis construir más nidos, seguir viniendo y aumentar la colonia. Sin vuestra presencia, el paisaje zamorano sería distinto. Vuestra presencia es imprescindibles para nuestros campos. Esa imagen bucólica y sentimental de la cigüeña sobrevolando campos y pueblos, jamás se puede perder. Por que sois aves de buen agüero y sinónimo de bienvenidas felices. Por eso os agradezco vuestra presencia cada año y os pido perdón por si en alguna ocasión, inconscientemente alguien os ha hecho daño. Pero en el fondo, todos los del pueblo os queremos. Tienes que saber que sois especie protegida y que nadie os puede causar daño. Por eso no tenéis que tener miedo, porque os defenderemos. Y sin más, un abrazo querida cigüeña y hasta la próxima temporada. €1000io.
Querida cigüeña: Te escribo esta carta para agradecer tu presencia cada año en nuestros campanarios, torres del tendido eléctrico y campos zamoranos. Sé que eres la misma cigüeña que cada año habita el mismo nido y que formáis una pareja fiel y estable de por vida. Además os acompañan otras cigüeñas que se han independizado y también se han constituido en pareja. Te doy las gracias por permitir deleitarnos con tu majestuoso vuelo llevando al viejo nido, ramas, palos, paja, barro y trapos para reconstruirlo. Por aguantar estoicamente el sofocante calor, las tormentas, lluvias, vientos e inclemencias del tiempo mientras incubas los huevos. Por compartir tu voluminoso nido con gorriones, estorninos y cernícalos. Por sobrevolar nuestros campos y casas, transportando en el pico desde los humedales, culebras, ratones y todo tipo de anfibios, insectos y roedores para alimentar a tus cigüeños. Gracias por dejarnos contemplar tu esbelta figura y tu pausado caminar detrás de los tractores, picoteando, mientras los labradores aran las tierras de regadío. O cuando te reúnes como en una ceremonia con muchas cigüeñas en las praderas y tierras de labranza. Vosotras sabréis por qué lo hacéis. Yo quiero que continuéis viniendo a nuestro pueblo cada año. Sé que cada vez las cosas se os ponen más difíciles a causa de los pesticidas, y por que las compañías de la luz derriban los nidos que con tanto trabajo habéis construido. Sois seres con espíritu de sacrificio y capaces de superar las dificultades y adversidades. Por otro lado, se están habilitando nuevos lugares de expansión para que podáis construir más nidos, seguir viniendo y aumentar la colonia. Sin vuestra presencia, el paisaje zamorano sería distinto. Vuestra presencia es imprescindibles para nuestros campos. Esa imagen bucólica y sentimental de la cigüeña sobrevolando campos y pueblos, jamás se puede perder. Por que sois aves de buen agüero y sinónimo de bienvenidas felices. Por eso os agradezco vuestra presencia cada año y os pido perdón por si en alguna ocasión, inconscientemente alguien os ha hecho daño. Pero en el fondo, todos los del pueblo os queremos. Tienes que saber que sois especie protegida y que nadie os puede causar daño. Por eso no tenéis que tener miedo, porque os defenderemos. Y sin más, un abrazo querida cigüeña y hasta la próxima temporada. €1000io.