CATASTROFISMO O REALIDAD
Echando un vistazo por los “foros” o repasando la prensa escrita, da la sensación de que los comentarios sobre el Valle de Vidriales son un tanto catastrofistas que en nada benefician a los pueblos. Pero hay que ser honestos con la realidad y poner al descubierto las deficiencias y carencias que tiene nuestra querida tierra con el fin de resolver los problemas. Hay indicadores que lo demuestran. El Arroyo de La Almucera (antes decíamos “Almorcera”), que cruza todo el valle hasta desembocar en el río Tera., podía servirnos de ejemplo aunque hay otros muchos que lo ratifican. Actualmente, La Almucera, está en pésimas condiciones de salubridad y medio ambientales. Sólo sirve para recoger las aguas provenientes de la red del alcantarillado de los pueblos de la zona. El caso de Quiruelas, merece una mención a parte. El Arroyo de San Juan que es una derivación de La Almucera, es de juzgado de guardia. Las aguas del alcantarillado de Quiruelas desembocan directamente a cielo abierto en el propio Arroyo formando un lodazal putrefacto. Y de la fosa séptica, mejor no hablar. Antaño, “La Almorcera”, con sus aguas cristalinas era prolífera en gustosas ranas y otras especies, y no La Almucera de hoy, que sólo sirve para recoger las aguas residuales. Antes no había agua corriente ni aseos en las viviendas, todo se hacía en la cuadra mientras las gallinas te picoteaban en el c… y las vacas te sacudían con el rabo. Por ese motivo no existía la posibilidad de contaminar las aguas. Tampoco había purines ni se usaban tantos insecticidas y pesticidas como ahora. Todo era más natural. Los tiempos han cambiado, pero no el ritmo para contrarrestar los problemas. Hay que ser coherentes con el desarrollo y el progreso aunque paralelamente, se crean otros problemas que hay que atajar. No creo que sea descabellado pensar en canalizar las aguas residuales a un colector general que desembocara en una depuradora antes de hacerlo en el río. Pido a los alcaldes de la zona y a los responsables políticos de las Mancomunidades para que tomen buena nota y pongan manos a la obra. De continuar a este ritmo, las aguas de los ríos Tera, Órbigo y Esla que ya están muy deterioradas, pronto resultarán contaminadas hasta tal punto que no podremos ni bañarnos. A este paso perderemos los signos de identidad que nos identifican y diferencian. €1000io
Echando un vistazo por los “foros” o repasando la prensa escrita, da la sensación de que los comentarios sobre el Valle de Vidriales son un tanto catastrofistas que en nada benefician a los pueblos. Pero hay que ser honestos con la realidad y poner al descubierto las deficiencias y carencias que tiene nuestra querida tierra con el fin de resolver los problemas. Hay indicadores que lo demuestran. El Arroyo de La Almucera (antes decíamos “Almorcera”), que cruza todo el valle hasta desembocar en el río Tera., podía servirnos de ejemplo aunque hay otros muchos que lo ratifican. Actualmente, La Almucera, está en pésimas condiciones de salubridad y medio ambientales. Sólo sirve para recoger las aguas provenientes de la red del alcantarillado de los pueblos de la zona. El caso de Quiruelas, merece una mención a parte. El Arroyo de San Juan que es una derivación de La Almucera, es de juzgado de guardia. Las aguas del alcantarillado de Quiruelas desembocan directamente a cielo abierto en el propio Arroyo formando un lodazal putrefacto. Y de la fosa séptica, mejor no hablar. Antaño, “La Almorcera”, con sus aguas cristalinas era prolífera en gustosas ranas y otras especies, y no La Almucera de hoy, que sólo sirve para recoger las aguas residuales. Antes no había agua corriente ni aseos en las viviendas, todo se hacía en la cuadra mientras las gallinas te picoteaban en el c… y las vacas te sacudían con el rabo. Por ese motivo no existía la posibilidad de contaminar las aguas. Tampoco había purines ni se usaban tantos insecticidas y pesticidas como ahora. Todo era más natural. Los tiempos han cambiado, pero no el ritmo para contrarrestar los problemas. Hay que ser coherentes con el desarrollo y el progreso aunque paralelamente, se crean otros problemas que hay que atajar. No creo que sea descabellado pensar en canalizar las aguas residuales a un colector general que desembocara en una depuradora antes de hacerlo en el río. Pido a los alcaldes de la zona y a los responsables políticos de las Mancomunidades para que tomen buena nota y pongan manos a la obra. De continuar a este ritmo, las aguas de los ríos Tera, Órbigo y Esla que ya están muy deterioradas, pronto resultarán contaminadas hasta tal punto que no podremos ni bañarnos. A este paso perderemos los signos de identidad que nos identifican y diferencian. €1000io