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QUIRUELAS DE VIDRIALES: Desde Las Bodegas y el Calvario...

Desde Las Bodegas y el Calvario

No se puede ir a Benavente sin subir a la Mota, tampoco a Quiruelas sin hacer la visita de rigor a Las Bodegas. Templos de Baco, dios de la vendimia (falta poco ya). En la parte alta del pueblo, alineadas de Este a Oeste desde El Calvario hasta la Iglesia -pasando por el cementerio-, se hallan pegadas unas junto a otras, constreñidas en ese triángulo sagrado. A veces un mismo callejón es compartido por varias, todo dispuesto al ahorro de espacio y tiempo. Es precisamente lo que el zumo de uva requiere para fermentar, esa transustanciación del mosto en vino, pequeño milagro. Para que la vida no se redujese a valle de lágrimas nuestros antepasados idearon Valdelacuba y la bautizaron así, plantaron la vid y se dieron el lujo de excavarlas. La otra cara de la moneda, la risa y la alegría, lo pagano frente a lo cristiano.
-Nos alegramos, ¿eh?. ¿No quieres echar un trago? –se saludan.
-Yo también me alegro, del gato negro, perro rabón, Kyrie eleisón (Señor, ten piedad) –alza la jarra.
Lugar de reunión que facilita la conversación y el intercambio intergeneracional, donde se transmiten tradiciones, saberes y costumbres, la historia con minúscula. Jóvenes, padres y abuelos a veces todos juntos. Los niños casi siempre estorbando. El viejo que no quiere irse, que se aferra a la vida y a los últimos placeres que aún puede gozar, y el chico que aprende y está impaciente por llegar. Opiniones, cuentos y dichos intrascendentes donde el clarete pone siempre la chispa y la sal. Tiene el vino aquí un punto maravilloso. El viejo y el joven se complementan, nunca se excluyen en la bodega. Si uno pone el consejo y la experiencia, el freno y moderación, el nada en exceso, la medida y acaso la búsqueda de la virtud, el otro representa la pasión desbocada, frenesí o locura, el desenfreno o la orgía, lo dionisíaco. También los sarmientos nos inspiran al arder; los mañizos -tan ideales para asar, dejan la brasa justa que se necesita- mientras crepitan parecen animarnos con su calor y el agradable tufo que desprenden: una promesa para nuestro paladar.
En el atardecer, algunos merenderos son balcones con vistas inigualables, miradores al sur, hacia las fértiles tierras llanas, riberas de la Almucera y del Tera. Esas vegas contempladas desde lo alto de las bodegas, las choperas o plantíos, las hileras de álamos cantores que -sin cifras ni fechas ni curva de ballesta ni dios que lo fundó- hacen compañía al son y manso fluir de nuestro arroyo y del río hasta su cercano encuentro en Mózar. Tampoco podemos desdeñar el paisaje que vemos al norte, tierras más altas, esa sucesión de colinas y lomas coronadas por las redondeadas copas de los pinos, cada año más abundantes, que perfilan a lo lejos el horizonte.

P. D. Quiero felicitar desde aquí a tod@s los participantes en la realización de las carrozas. Es bonito que la fiesta se renueve y se vaya consolidando este desfile de carrozas. Lo que no pude ver fue la exposición de fotos antiguas, estaría bien que se colgasen algunas en el foro. Muy buena esa de la familia con el crío en la trona. Bien alto el padre, muy buen mozo, para que luego digan que somos pequeños los quiruelanos. De mala genética nada.