Sí, reíros, reíros, vosotros que os librasteis de la mili. O los que sí la hicisteis, pero sólo de un año y ya rebajada, y a los 6 meses decías ufanos que erais padres, y con 9 meses pretendíais que todo recluta novato y chamorro os tratase de abuelo y casi besase el suelo por donde pisabais. Entonces a mí con 7 años de servicio militar, incluida la guerra, cómo tendríais que llamarme, considerarme y tratarme sino de tataratatagüelo vuestro. Y bien fincados de hinojos, de rodillas, ¿eh? Con mayúsculas, TATARATABUELO. Y allí, en ese cuartel de Zamora donde fuéme peor que mal y víme perdido entre aquellos crueles y grandísimos chusqueros. (No he contado el final del cuartel, ni luego, cuando iba al estraperlo, casi a la raya con Portugal, con pistola primero y después ya con mi cachiporra) Juzgad si no servimos y defendimos a España nosotros, es un decir, bastante más que en la vida civil algunos encumbrados personajes de hoy, pese a ser mayores chusqueros que los de entonces.
Busca a ver si encuentras, Rabel, olvidada en un baúl, una hijuela de algún antepasado tuyo del año 1700 o por ahí y donde diga: “una cueva en tal sitio, que linda con esta al naciente y con la otra al mediodía…” y así lo solucionamos. De las bodegas jóvenes, vosotros sabréis más.
Busca a ver si encuentras, Rabel, olvidada en un baúl, una hijuela de algún antepasado tuyo del año 1700 o por ahí y donde diga: “una cueva en tal sitio, que linda con esta al naciente y con la otra al mediodía…” y así lo solucionamos. De las bodegas jóvenes, vosotros sabréis más.