QUIRUELAS DE VIDRIALES: CESTAS, TALEGAS Y TALEGONES...

CESTAS, TALEGAS Y TALEGONES

Antiguamente no existían envases como los de hoy para meter o transportar las mercancías y cosas. Sólo existían las cestas, talegas y talegones hechos de mimbres. El mimbre es un tipo de fibra proveniente de una planta natural, un arbusto llamado mimbrera (Salix fragilis), ésta es tejida para transformarse en objetos útiles. Los materiales utilizados pueden ser de cualquier parte de la planta, como los corazones o los bastones de tallos de rota, o el grosor entero. Es un arbusto muy flexible y resistente. De ahí la expresión: “te ciñes como una vara de mimbre”. Es utilizado habitualmente como materia prima en la manufactura de cestas o muebles. Pero con la llegada de los productos derivados del petróleo como el plástico y otros productos sintéticos, se han ido perdiendo nuestros típicos envases de mimbre. Las cestas que aún se conservan en la actualidad, servían para muchas cosas, entre otras, para llevar la comida, meter los huevos, conservar los bollos, etc. Las talegas que eran más grandes tenían otras utilidades: servían para vendimiar, llevar la ropa a lavar al río, poner la “llueca a guarar”, recoger las patatas y transportar infinidad de productos relacionadas con el campo. Los talegones -en extinción-, mucho más grandes y pesados que las talegas, -aproximadamente de un metro de altura-, servían principalmente para transportar las uvas en el carro desde los bacillares hasta las bodegas donde se volcaban al lagar por la zarcera. Desde hace tiempo los talegotes han sido sustituidos por cajas de plástico mucho más prácticas y manejables sobre todo tendiendo en cuenta que la mayoría de las uvas se venden directamente y solo su encierran las necesarias para el consumo del año. Pero para que pudiéramos aprovechar las ventajas de los envases de entonces, tenía que haber un artífice que fuera capaz de convertir y transformar el mimbre en envases útiles como cestas, talegas y talegones. Este artífice no era otro que el Sr. Blas, conocido por toda la zona; hombre bueno, todo amabilidad y servicio. Posteriormente hubo otros, aunque el tío Blas dejó huella. Recuerdo de pequeño perfectamente cuando venía a casa para construir las talegas y talegones. Supongo que a parte de cobrar algo por su trabajo, compartía comida con la familia. Como mis primos le llaman tío Blas, yo también se lo decía aunque no tuviera ningún parentesco, y él se lo tomaba a bien y le hacía mucha gracia. Desde luego que en el pueblo han existido personajes que por sus profesiones, forma de ser, hacer y saber, debieran ser recordados siempre. No estaría demás hacer un catálogo con las profesiones y sus personajes más entrañables y emblemáticos de Quiruelas que sin duda los hubo. Desde aquí mi pequeño homenaje a todos ellos incluido mi querido padre que con sus máquinas de hilar de madera torneada, pobló todo el Valle. Después de 50 años, me consta que aún se conservan algunas aunque sólo sea como objeto antiguo y decorativo. €1000io