LA CIGÚEÑA POR SAN BLAS
San Blas cumple con el refranero: Reza el dicho popular: Por San Blas, la cigüeña verás... Decenas de cigüeñas nidifican estos días y ocupan los nidos de los campanarios de las iglesias de la comarca y los postes del tendido eléctrico. Los cielos de los pueblos vienen en estos días cobrando una especial estampa que no por ser habitual cada año deja de sorprender. Es una bienvenida feliz que cambia el panorama. El característico crotoreo de las cigüeñas y su cortejo nupcial no deja impasible a los vecinos observando una vez más la llegada de las zancudas por San Blas. Las miradas de los más mayores se vuelven chispeantes al contemplar el anuncio del final de la época invernal por parte de estos heraldos del cielo. Su vuelo elegante y espectacular, su magestuoso porte al caminar, su crotoreo se hacen notar entre los vecinos que elevan su mirada a lo alto. Nada se le resiste a las zancudas. Cualquier punto fijo elevado sirve para la cría de polluelos de cigüeñas que por estas fechas de San Blas dominan los cielos buscando un enclave adecuado, a ser posible con visión a los cuatro puntos cardinales. Al menos eso es lo que parece, porque las cigüeñas sí tienen preferencias a la hora de construir sus nidos. En muy pocos casos lo hacen en las altas torres de telefonía. Se cuentan los casos en los que el amasijo de leña aparece en lo alto de estos soportes metálicos. Torres de las iglesias, torretas de la luz, depósitos de agua, chimeneas en desuso, incluso en algunos árboles secos, desmochados en su copa por el viento, sirven como plataforma de anclaje para el nido. Su persistente tozudez en reponer sus habitáculos leñosos es similar al agudo crotoreo de estos días de apareamiento. La cabeza elevada hacia atrás, hacia la espalda, la cola en abanico, los continuos aleteos son la envidia de una enamorada pareja. Eso si, todas son cigüeñas de plumaje blanco, muy pocas de plumaje grisáceo las que se pueden ver por nuestra zona. La buena climatología, provoca una falsa migración hacia tierras del sur peninsular en lugar de hacerlo hasta el continente africano, según argumentan ornitólogos, otros en cambio aducen que las parejas habituales de una zona emigran al sur buscando una bonanza de clima y que ocupan los nidos de años anteriores o construyen otros nidos nuevos. Por san Blas claro que se ves cigüeñas, lo malo sería no verlas, porque como dice el refranero popular: “Por San Blas, la cigüeña verás, y si no la vieres, año de nieves”. “Por San Blas, la cigüeña verás, y si no la vieres, mal año esperes”. “Por San Blas, una hora y media más”. “Por San Blas ajete, mete uno y sacarás siete”. “San Blas bendito, cúrame la garganta y el apetito”. €1000io
San Blas cumple con el refranero: Reza el dicho popular: Por San Blas, la cigüeña verás... Decenas de cigüeñas nidifican estos días y ocupan los nidos de los campanarios de las iglesias de la comarca y los postes del tendido eléctrico. Los cielos de los pueblos vienen en estos días cobrando una especial estampa que no por ser habitual cada año deja de sorprender. Es una bienvenida feliz que cambia el panorama. El característico crotoreo de las cigüeñas y su cortejo nupcial no deja impasible a los vecinos observando una vez más la llegada de las zancudas por San Blas. Las miradas de los más mayores se vuelven chispeantes al contemplar el anuncio del final de la época invernal por parte de estos heraldos del cielo. Su vuelo elegante y espectacular, su magestuoso porte al caminar, su crotoreo se hacen notar entre los vecinos que elevan su mirada a lo alto. Nada se le resiste a las zancudas. Cualquier punto fijo elevado sirve para la cría de polluelos de cigüeñas que por estas fechas de San Blas dominan los cielos buscando un enclave adecuado, a ser posible con visión a los cuatro puntos cardinales. Al menos eso es lo que parece, porque las cigüeñas sí tienen preferencias a la hora de construir sus nidos. En muy pocos casos lo hacen en las altas torres de telefonía. Se cuentan los casos en los que el amasijo de leña aparece en lo alto de estos soportes metálicos. Torres de las iglesias, torretas de la luz, depósitos de agua, chimeneas en desuso, incluso en algunos árboles secos, desmochados en su copa por el viento, sirven como plataforma de anclaje para el nido. Su persistente tozudez en reponer sus habitáculos leñosos es similar al agudo crotoreo de estos días de apareamiento. La cabeza elevada hacia atrás, hacia la espalda, la cola en abanico, los continuos aleteos son la envidia de una enamorada pareja. Eso si, todas son cigüeñas de plumaje blanco, muy pocas de plumaje grisáceo las que se pueden ver por nuestra zona. La buena climatología, provoca una falsa migración hacia tierras del sur peninsular en lugar de hacerlo hasta el continente africano, según argumentan ornitólogos, otros en cambio aducen que las parejas habituales de una zona emigran al sur buscando una bonanza de clima y que ocupan los nidos de años anteriores o construyen otros nidos nuevos. Por san Blas claro que se ves cigüeñas, lo malo sería no verlas, porque como dice el refranero popular: “Por San Blas, la cigüeña verás, y si no la vieres, año de nieves”. “Por San Blas, la cigüeña verás, y si no la vieres, mal año esperes”. “Por San Blas, una hora y media más”. “Por San Blas ajete, mete uno y sacarás siete”. “San Blas bendito, cúrame la garganta y el apetito”. €1000io