QUIRUELAS DE VIDRIALES: Me encanta que recuerdes la vendimia con tanta añoranza,...

LOS BACILLARES

¿Qué tal las uvas, ya van maduras? Es la fruta que menos me llama la atención. Me maravillo siempre viendo a quienes se les van los ojos detrás del moscatel de las fruterías. Vamos, si hay que comerlas las como, pero me dicen muy poco, casi nada... ¿Por qué será? Las panzadas que nos pegábamos en la vendimia... Este año iba muy retrasada la maduración. Recuerdo que otros ya por la Virgen de agosto comenzaban a pintar y para la fiesta podía comerse algún racimo de Albillo o de Tempranillo. Todos los padres sabían muy bien dónde tenían alguna de estas cepas. Con el año tan atípico la cosecha será mala, haría falta que al menos las pagasen bien.
En otro tiempo las viñas eran la gran riqueza de Quiruelas, o el complemento básico de aquella economía de subsistencia. Quien más, quien menos, tenía su viña. Unas 250 familias a una media de sólo 5000 K de uvas, por decir algo, ya nos sale una producción de 1,25 millones de k de uvas. ¿Más o menos, según los años? Pese a que las pagasen mal -y haciendo sufrir hasta el último momento, como cuando había que vender los cochinos a los tratantes- suponían unos milloncejos de pesetas a repartir entre los vecinos.
Es un cultivo tradicional en Q, al menos ya en el s XVII había viñas -lo prueba un documento que circula por internet donde se afirma que un cura heredó una viña por Valdemanso (Valdemanos?)- Seguramente asociado a los monasterios de San Miguel o Castroferrol que cita Regina en su página. (El clero, tan aficionado siempre al buen beber y mejor vivir. Mucho vino sin dar un palo al agua: "vives como un cura") Tendría su auge a finales del s XIX y comienzos del XX, a raíz de la filoxera en Francia habría demanda de vino español, beneficiando especialmente a La Rioja. Nos ha llegado por tradición oral que la zona de las Peñas era encinar –como una continuación del monte de Sitrama- y que se arrancaron las encinas - ¡qué "templas" se pegarían nuestros antepasados!- para plantar viñedo. Así Q se quedó casi sin monte y había que comprar leña o arreglárselas para hacer cisco.
Salvo en el caso de la viña de Matos todas solían ser de pequeña extensión. Nuestros abuelos y padres continuaron la tradición. Frecuentemente no se compraban los bacillos con tal de ahorrarse el coste. Si no la había heredado, uno mismo plantaba su viña con las varas o sarmientos que le daban sus cepas. Para lograr sacar adelante un bacillar había que darse muchas de esas soberanas "templas" a pico y pala, cavando para cada planta un gran hoyo de hasta un metro de profundidad. (Al menos p´arriba, en la zona de la Monja, donde el suelo era más pobre y no solía dar trigo). Creo recordar -de mi padre, que plantó varias- que para evitar la filoxera se ponía primero bravo, resistente a la enfermedad, y después se le injertaba la variedad deseada. ¡Qué tiempos!...
Hoy da grima ver cómo se están descepando o dejando perdidos nuestros bacillares. Un síntoma más de la impotencia, mala política y el estado de abandono de nuestros pueblos.

Me encanta que recuerdes la vendimia con tanta añoranza, yo no la viví tanto, pero sin embargo cada dia que pasa siento lo mismo por todas las cosas que vivi´en Quiruelas durante mi niñez y adolescencia. Adoro mi pueblo y aunque estoy muy lejos siempre que tengo ocasión lo visito. rosa