POR MI LUGAR DE OCIO
Después de mucho tiempo sin usar mi bicicleta del pueblo casi oxidada, la desempolvo y lubrico para dar mi paseo diario. Es recomendable hacer ejercicio diario para desentumecer los músculos y articulaciones, aunque en el pueblo se mueve uno mucho más que en las ciudades. He probado varias alternativas y rutas, pero por fin me he decidido por la última que realizo. Un recorrido por la Ctra. ZA-P-1510 desde Quiruelas hasta Cunquilla pasando por Brime, es suficiente. Es un tramo con poco tráfico de vehículos y el arcén está en buen estado para circular con la bicicleta con cierta seguridad. Durante el recorrido observo cosas que desde el coche no veo. Salgo del pueblo por la calle Benavente y camino del Tamaral. Al pasar por el arroyo de San Juan compruebo el estado de sus aguas y la cantidad de espadañas y juncos que lo invaden. Alguna vez se ven patos que ante el menor ruido se ocultan entre la maleza. De momento el agua no presenta mal aspecto y no desprende mal olor como años anteriores, posiblemente porque se va regenerando con el agua del Almucera. Saludo a los paisanos que me cruce en el camino y continúo mi recorrido por el camino Zamandrano de acceso a la autovía A-52. Los márgenes de la carretera siguen llenos de frondosa maleza que invaden todo el arcén y en algunos puntos la calzada. Hay que destacar que por fin ya han retirado las enormes balas de papel y los restos del camión incendiado que estaban en las tierras y junto a la estación de servicio. Cruzo el puente de la autovía con dirección a Quintanilla y me encuentro con los baches de siempre. Si no extremas las precauciones puedes acabar sin radios en la bicicleta y sin dientes. ¿A quién corresponde el mantenimiento y conservación de los accesos? Me da la sensación que es tierra de nadie. Continúo por la carretera con el arcén en las mismas condiciones hasta incorporarme a la Ctra. ZA-P-1510. El viento me da de cara, pero me consuela pensar que a la vuelta soplará a mi favor. ¡Pues no! Cuando regreso, incomprensiblemente el aire sigue soplando de cara. He llegado a la conclusión que es un viento fronto-lateral que afecta tanto a la ida como a la vuelta. Así que no tengo más remedio que apretar los dientes y los pedales para poder avanzar. En este tramo, he quedado sorprendido por lo que he visto depositado en las cunetas. Bolsas de plástico, de cartón, envases de todo tipo, botellas de vidrio, latas de cerveza y otros refrescos, y desperdicios varios en cantidades industriales. Sin duda que es la huella entre otros, de los que van y regresan de marcha que lanzan todo tipo de objetos desde el coche. Un poco de civismo no vendría mal. También hay alguna señal de tráfico caída desde hace tiempo que descansa en el sueño de los justos esperando que alguien las reponga. No estaría de más que hicieran una limpia de las cunetas para mejorar su aspecto y servir de medida disuasoria a los sujetos que descaradamente y sin ningún escrúpulo y pudor lanzas objetos desde el coche. Y me pregunto: ¿a quién corresponde el mantenimiento y conservación de esta carretera? ¡Ah, sí!, ahora caigo; a la Diputación de Zamora. Aunque a estas alturas de la vida, sigo preguntándome cuales son las funciones de las Diputaciones Provinciales y para qué sirven. Las Diputaciones, son “cementerios de fósiles” donde los partidos políticos colocan a ex cargos que han sido defenestrados de su puesto de responsabilidad para que “reposen” -nunca mejor dicho- en esa administración como consejeros y asesores y consolidar años de antigüedad para asegurarles una jubilación sustanciosa. Pero en estos tiempos de crisis, no estaría de más que plantearan la posibilidad de suprimir o adelgazar algunas administraciones. Aunque mucho me temo, que los políticos no están por la labor de ponerlas a dieta y para ellos y sus “acólitos” y “amigueles” ya está bien así. Es imposible seguir manteniendo el sistema actual si queremos salir de esta situación. Por fin llego al pueblo por la carretera de Quintanilla después de haber finalizado el corrido y haber disfrutado de un placentero paseo. Así que..., hasta mañana. €1000io
Después de mucho tiempo sin usar mi bicicleta del pueblo casi oxidada, la desempolvo y lubrico para dar mi paseo diario. Es recomendable hacer ejercicio diario para desentumecer los músculos y articulaciones, aunque en el pueblo se mueve uno mucho más que en las ciudades. He probado varias alternativas y rutas, pero por fin me he decidido por la última que realizo. Un recorrido por la Ctra. ZA-P-1510 desde Quiruelas hasta Cunquilla pasando por Brime, es suficiente. Es un tramo con poco tráfico de vehículos y el arcén está en buen estado para circular con la bicicleta con cierta seguridad. Durante el recorrido observo cosas que desde el coche no veo. Salgo del pueblo por la calle Benavente y camino del Tamaral. Al pasar por el arroyo de San Juan compruebo el estado de sus aguas y la cantidad de espadañas y juncos que lo invaden. Alguna vez se ven patos que ante el menor ruido se ocultan entre la maleza. De momento el agua no presenta mal aspecto y no desprende mal olor como años anteriores, posiblemente porque se va regenerando con el agua del Almucera. Saludo a los paisanos que me cruce en el camino y continúo mi recorrido por el camino Zamandrano de acceso a la autovía A-52. Los márgenes de la carretera siguen llenos de frondosa maleza que invaden todo el arcén y en algunos puntos la calzada. Hay que destacar que por fin ya han retirado las enormes balas de papel y los restos del camión incendiado que estaban en las tierras y junto a la estación de servicio. Cruzo el puente de la autovía con dirección a Quintanilla y me encuentro con los baches de siempre. Si no extremas las precauciones puedes acabar sin radios en la bicicleta y sin dientes. ¿A quién corresponde el mantenimiento y conservación de los accesos? Me da la sensación que es tierra de nadie. Continúo por la carretera con el arcén en las mismas condiciones hasta incorporarme a la Ctra. ZA-P-1510. El viento me da de cara, pero me consuela pensar que a la vuelta soplará a mi favor. ¡Pues no! Cuando regreso, incomprensiblemente el aire sigue soplando de cara. He llegado a la conclusión que es un viento fronto-lateral que afecta tanto a la ida como a la vuelta. Así que no tengo más remedio que apretar los dientes y los pedales para poder avanzar. En este tramo, he quedado sorprendido por lo que he visto depositado en las cunetas. Bolsas de plástico, de cartón, envases de todo tipo, botellas de vidrio, latas de cerveza y otros refrescos, y desperdicios varios en cantidades industriales. Sin duda que es la huella entre otros, de los que van y regresan de marcha que lanzan todo tipo de objetos desde el coche. Un poco de civismo no vendría mal. También hay alguna señal de tráfico caída desde hace tiempo que descansa en el sueño de los justos esperando que alguien las reponga. No estaría de más que hicieran una limpia de las cunetas para mejorar su aspecto y servir de medida disuasoria a los sujetos que descaradamente y sin ningún escrúpulo y pudor lanzas objetos desde el coche. Y me pregunto: ¿a quién corresponde el mantenimiento y conservación de esta carretera? ¡Ah, sí!, ahora caigo; a la Diputación de Zamora. Aunque a estas alturas de la vida, sigo preguntándome cuales son las funciones de las Diputaciones Provinciales y para qué sirven. Las Diputaciones, son “cementerios de fósiles” donde los partidos políticos colocan a ex cargos que han sido defenestrados de su puesto de responsabilidad para que “reposen” -nunca mejor dicho- en esa administración como consejeros y asesores y consolidar años de antigüedad para asegurarles una jubilación sustanciosa. Pero en estos tiempos de crisis, no estaría de más que plantearan la posibilidad de suprimir o adelgazar algunas administraciones. Aunque mucho me temo, que los políticos no están por la labor de ponerlas a dieta y para ellos y sus “acólitos” y “amigueles” ya está bien así. Es imposible seguir manteniendo el sistema actual si queremos salir de esta situación. Por fin llego al pueblo por la carretera de Quintanilla después de haber finalizado el corrido y haber disfrutado de un placentero paseo. Así que..., hasta mañana. €1000io