QUIRUELAS DE VIDRIALES: VESTIR PARA LA OCASIÓN...

VESTIR PARA LA OCASIÓN

Dicen que el hábito no hace al monje... o sí. En la sociedad actual existen normas de convivencia que nos obligan a todos a comportarnos correctamente y respetarnos; lo que antes llamaban reglas de urbanidad. El “fondo” es lo importante, pero las “formas” también y éstas no se pueden perder. En estos tiempos de marketing e imagen, “la primera impresión”, es lo que queda. La primera imagen que ves de una persona es la que te impacta, la que te queda en el recuerdo, aunque posteriormente y cuando la conoces a fondo hace cambiar tu percepción. Si vemos a una persona vestida de torero jugando un partido de fútbol, creeremos que se trata de una “charlotada” y que no va vestido para la ocasión. Si un tractorista que “guía” su tractor va vestido con riguroso traje y corbata diremos que está loco, o va de boda, cosa improbable. Si un cargo público va vestido con pantalón corto, camiseta de tirantes y zapatillas playeras, pensamos que viene del río. Pero de esa guisa no va vestido para presidir un acto público u oficial. No es mucho pedir que nuestros representantes políticos elegidos democráticamente vistan de forma apropiada para cada ocasión, porque sino los visitantes se llevarán mala impresión. Este comentario viene a colación porque es habitual y resulta un tanto chocante que en el pueblo los cargos públicos vayan vestidos de cualquier manera para presidir un acto oficial. “Lo mismo sirve para un roto que para un descosido”. No “todo vale”. No es de recibo y hay que guardar las formas. Espero que mi crítica constructiva llegue a buenos oídos y a partir de ahora y por respeto a los parroquianos, tomen buena nota y vayan vestidos para la ocasión. Hombre…, somos de pueblo a mucha honra, pero… no somos catetos. €1000io