El comentario que puede hacerse es que sí, por desgracia de nuevo hay hormiguitas que se ven obligadas a salir de España hartas del paro o de ser explotadas con un empleo precario. Ahora que ya saben inglés el problema es que son jóvenes preparados a los que ha costado formar y muchos quizá no regresen. Empezaron enfermeros y médicos, ahora son arquitectos o técnicos. No solo Alemania, también Noruega busca 5000 ingenieros aquí. Podemos seguir con el tópico: ¿hormiga = Alemania y cigarra = países mediterráneos? Pues no, Europa debe dar pasos hacia una mayor integración política, fiscal y hasta militar. Incluso Alemania es una hormiga comparada con China. Si los alemanes se empeñan pueden hacernos la puñeta, ellos seguirán más ricos que nosotros, pero que al final todos seremos más pobres, alemanes incluidos, mientras que juntos podemos hacer grandes cosas como el avión Airbús o el proyecto de GPS europeo, el sistema Galileo con 30 satélites del que recientemente se han lanzado al espacio los dos primeros y esto ningún país puede acometerlo solo.
Respecto a la inmigración, como en todo, es buena hasta cierto límite, según la situación económica, a partir de ahí deja de serlo. (¿Fue bueno realizar el túnel de la M-30? Pues sí si hubiese costado 2000 mill. por ejemplo, pero ya con 6000 mill € parece que no) La entrada fue muy brusca y masiva, se ve ahora claramente que el efecto llamada no lo provocaban las leyes permisivas, sino los señores del ladrillo; los inmigrantes tienen móvil o van a locutorios, se comunican y en cuanto el trabajo escasea son muchos más lo que salen que los que llegan, parece que ya puede haber un millón menos de ilegales.
En cuanto a las minorías problema menor, los zerolos y las acerolas siempre los ha habido y los habrá, está en la naturaleza, ocurre que como se les ha perseguido muchos no se atreven a salir del armario. Todavía hay países donde se les castiga con la cárcel o la pena de muerte. Que se llame matrimonio gay, unión, etc. es lo de menos, no que se les discrimine. Los hechos en la sociedad van por delante de las leyes. Si a una mujer sola se le permite la adopción por qué no a dos (sean o no lesbianas) o por qué no a un varón o a dos. Estaría justificado prohibirlo si luego se viese que los hijos salen degenerados, que los padres son abusadores o peores que las parejas heterosexules, etc., pero no de antemano por prejuicio. El divorcio también puede perjudicar a los hijos y no por eso hay que prohibirlo, igual es peor con padres que se llevan mal y se les obligue a convivir. La iglesia católica aquí puede opinar, pero no puede pretender, como suele, ser la única autoridad ética ni tener la última palabra.
Respecto a la inmigración, como en todo, es buena hasta cierto límite, según la situación económica, a partir de ahí deja de serlo. (¿Fue bueno realizar el túnel de la M-30? Pues sí si hubiese costado 2000 mill. por ejemplo, pero ya con 6000 mill € parece que no) La entrada fue muy brusca y masiva, se ve ahora claramente que el efecto llamada no lo provocaban las leyes permisivas, sino los señores del ladrillo; los inmigrantes tienen móvil o van a locutorios, se comunican y en cuanto el trabajo escasea son muchos más lo que salen que los que llegan, parece que ya puede haber un millón menos de ilegales.
En cuanto a las minorías problema menor, los zerolos y las acerolas siempre los ha habido y los habrá, está en la naturaleza, ocurre que como se les ha perseguido muchos no se atreven a salir del armario. Todavía hay países donde se les castiga con la cárcel o la pena de muerte. Que se llame matrimonio gay, unión, etc. es lo de menos, no que se les discrimine. Los hechos en la sociedad van por delante de las leyes. Si a una mujer sola se le permite la adopción por qué no a dos (sean o no lesbianas) o por qué no a un varón o a dos. Estaría justificado prohibirlo si luego se viese que los hijos salen degenerados, que los padres son abusadores o peores que las parejas heterosexules, etc., pero no de antemano por prejuicio. El divorcio también puede perjudicar a los hijos y no por eso hay que prohibirlo, igual es peor con padres que se llevan mal y se les obligue a convivir. La iglesia católica aquí puede opinar, pero no puede pretender, como suele, ser la única autoridad ética ni tener la última palabra.