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QUIRUELAS DE VIDRIALES: LA PRESA...

LA PRESA

Antes nuestros labradores no disfrutaban de la actual presa de hormigón ni canales de riego. Antiguamente para poder traer el agua desde el río Tera al caño y demás regatos, era necesario construir de forma rudimentaria con piedras, troncos, ramas, maleza y césped una presa en el río para obligar a las aguas a introducirse en el caño excavado en la tierra. Cada año, antes de que llegara la época del riego y después de las crecidas, acudían todos los labradores con sus carros, herramientas y bestias al Tamaral de Arriba para reconstruir la presa del año anterior que durante el invierno había sido destruida. Nuestros mayores nos podrían contar infinidad de peripecias, anécdotas y fatigas que pasaban vadeando el río y la corriente para trabajar en la construcción de la presa. En más de una ocasión durante el proceso venía una crecida y adiós presa. Vuelta a empezar. Es que antes nuestras gentes tenían mucha paciencia e ingenio para sobrevivir y vencer las dificultades. Virtudes que hoy se echan en falta. Ahora, con la nueva presa de hormigón y la red de canales extendidos por toda la vega, regar, es... coser y cantar. Durante el verano es obligado y merece la pena visitar la presa y contemplar su gran longitud, el caudal y el inmenso lago que forma el río en ese punto para introducirse en el canal. ¿Quién se resiste no visitar la presa en vacaciones y dar un paseo por encima de ella hasta que la corriente te puede? ¡Nadie! Si nuestros antepasados levantaran la cabeza... €1000io