REFRANES Y DICHOS. Valle del Tera
Recordemos que refrán es un dicho sentencioso, popular y anónimo. Al transmitirse oralmente, son muchas las variantes existentes de un mismo dicho o refrán, incluso en la misma zona o comarca. Antes de que existiesen refranes en la literatura o en la historia, existieron en el habla popular. Fueron personas concretas quienes los formularon, basándose en experiencias repetidas y comprobadas, como ya he dicho en otro momento.
Pero algunas de estas personas, más o menos cultas, también conocían las fábulas y los cuentos, los romances y las coplas populares, de las que se servían y se sirven para crear sus propios refranes o dichos. Y podían conocer también la historia y la geografía, aunque fuese a través de las mismas sentencias, proverbios o refranes. Incluso la Biblia y otros libros religiosos, que también contienen muchos de ellos.
La sana rivalidad entre pueblos y ciudades o comarcas ha dado pie a numerosos dichos o refranes, algunos muy originales y de gran agudeza. Casi todos los conocen y con frecuencia los utilizan, cuando les viene a cuento, más entre amigos que entre rivales o desconocidos.
Recordemos también que destacan por su brevedad, lo cual facilita su recuerdo y la facilidad para retenerlos en la memoria.
En el Valle del Tera nos encontramos con dichos, refranes y sentencias en esta línea. Sus autores, buscadores de rimas fáciles y creadores de los mismos, echan mano de lo que tienen más cerca y que a veces no viene a cuento. He aquí algunos ejemplos:
-Los de Abraveses, siembran pan y recogen nueces.
-En Calzadilla de Tera, pocas casas vacías y muchas llenas.
-En Camarzana de Tera, mucha bambolla, y el puchero a la lumbre con agua sola.
-Junquera, La Milla y Villar de Farfón, son los tres pueblos de la maldición.
Santa Marta bendita,
alta y compuesta,
el veintitrés de Febrero
tiene tu fiesta.
-Estilo Santa Marta, el que quiera pan que lo parta.
La sana rivalidad, y crítica, entre los pueblos y sus habitantes se escenifica en los siguientes versos, de los que existen algunas variantes, que recuerdan algunas localidades del Valle y que no carecen de ingenio.
Los de Pumarejo
salieron detrás de un conejo;
no lo pudieron pillar.
Salieron los de Melgar;
lo encerraron en un corral.
Vinieron los de San Juanico
lo dejaron escapar por un agujerico:
Los de Santa Croya,
lo metieron en una olla.
En algunos pueblos de esta comarca, como en otras, suele haber alguna persona, con más cultura, que se siente poeta y al que se le da bien hacer versos, usando la rima, con mayor o menor libertad. Este el caso de Manuel el Clavero, a quien ya me he referido y que cita Luis Cortés en su Refranero Geográfico Zamorano. En sus versos hace un recorrido por los Valles de Benavente y por otras comarcas de Zamora. Recogemos aquí lo que dice sobre este Valle del Tera:
Esta es la ronda de pueblos
que trae Manuel el Clavero:
de Santa Marta a Sitrama,
de Colinas a Quiruelas,
sube a Camarzana,
a Calzada y Vega,
de vuelta a la Milla
y vuelve por Junquera.
Ya pasado el río Tera,
coge Olleros, Calzadilla,
Pumarejo y Melgar,
Santa Croya no la olvida;
baja a Santibañez,
también a Abraveses,
da vuelta a Aguilar,
y vuelve a Micereces.
Esta es la ronda de pueblos
que trae Manuel el Clavero:
morenito de cara
y un poquito risueño.
Arregla cerandas,
piñeras y cribos,
clavicia zapatos,
replica el martillo.
Recordemos que refrán es un dicho sentencioso, popular y anónimo. Al transmitirse oralmente, son muchas las variantes existentes de un mismo dicho o refrán, incluso en la misma zona o comarca. Antes de que existiesen refranes en la literatura o en la historia, existieron en el habla popular. Fueron personas concretas quienes los formularon, basándose en experiencias repetidas y comprobadas, como ya he dicho en otro momento.
Pero algunas de estas personas, más o menos cultas, también conocían las fábulas y los cuentos, los romances y las coplas populares, de las que se servían y se sirven para crear sus propios refranes o dichos. Y podían conocer también la historia y la geografía, aunque fuese a través de las mismas sentencias, proverbios o refranes. Incluso la Biblia y otros libros religiosos, que también contienen muchos de ellos.
La sana rivalidad entre pueblos y ciudades o comarcas ha dado pie a numerosos dichos o refranes, algunos muy originales y de gran agudeza. Casi todos los conocen y con frecuencia los utilizan, cuando les viene a cuento, más entre amigos que entre rivales o desconocidos.
Recordemos también que destacan por su brevedad, lo cual facilita su recuerdo y la facilidad para retenerlos en la memoria.
En el Valle del Tera nos encontramos con dichos, refranes y sentencias en esta línea. Sus autores, buscadores de rimas fáciles y creadores de los mismos, echan mano de lo que tienen más cerca y que a veces no viene a cuento. He aquí algunos ejemplos:
-Los de Abraveses, siembran pan y recogen nueces.
-En Calzadilla de Tera, pocas casas vacías y muchas llenas.
-En Camarzana de Tera, mucha bambolla, y el puchero a la lumbre con agua sola.
-Junquera, La Milla y Villar de Farfón, son los tres pueblos de la maldición.
Santa Marta bendita,
alta y compuesta,
el veintitrés de Febrero
tiene tu fiesta.
-Estilo Santa Marta, el que quiera pan que lo parta.
La sana rivalidad, y crítica, entre los pueblos y sus habitantes se escenifica en los siguientes versos, de los que existen algunas variantes, que recuerdan algunas localidades del Valle y que no carecen de ingenio.
Los de Pumarejo
salieron detrás de un conejo;
no lo pudieron pillar.
Salieron los de Melgar;
lo encerraron en un corral.
Vinieron los de San Juanico
lo dejaron escapar por un agujerico:
Los de Santa Croya,
lo metieron en una olla.
En algunos pueblos de esta comarca, como en otras, suele haber alguna persona, con más cultura, que se siente poeta y al que se le da bien hacer versos, usando la rima, con mayor o menor libertad. Este el caso de Manuel el Clavero, a quien ya me he referido y que cita Luis Cortés en su Refranero Geográfico Zamorano. En sus versos hace un recorrido por los Valles de Benavente y por otras comarcas de Zamora. Recogemos aquí lo que dice sobre este Valle del Tera:
Esta es la ronda de pueblos
que trae Manuel el Clavero:
de Santa Marta a Sitrama,
de Colinas a Quiruelas,
sube a Camarzana,
a Calzada y Vega,
de vuelta a la Milla
y vuelve por Junquera.
Ya pasado el río Tera,
coge Olleros, Calzadilla,
Pumarejo y Melgar,
Santa Croya no la olvida;
baja a Santibañez,
también a Abraveses,
da vuelta a Aguilar,
y vuelve a Micereces.
Esta es la ronda de pueblos
que trae Manuel el Clavero:
morenito de cara
y un poquito risueño.
Arregla cerandas,
piñeras y cribos,
clavicia zapatos,
replica el martillo.