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LA ALMUCERA
El Arroyo de La Almucera nace en Congosta y recorre el Valle de Vidriales hasta desembocar en el río Tera. En su recorrido recoge las aguas de arroyuelos y regatos, además de las aguas residuales de todos los pueblos degradando considerablemente el medio natural. A ver si pronto se hace realidad lo de la depuradora. Cuánto dista de la prolifera “Almorcera” de antaño rica en ranas y carpas. La estructura de La Almucera de hoy no es la misma que La Almorcera de antes. Originariamente tenía los puentes con ojos, charcas y pozalcones llenos de lodo, pelujos, juncos y espadañas donde se abrevaba el ganado. Entre La Almucera y el Arroyo de San Juan, estaban el “Prao” el “Mogrin” y el “Redondillo” donde se trillaba. El barro mezclado con paja servía para hacer pesados adobes del 40 que se secaban al sol. Los humildes adobes eran la base de la construcción de entonces servían para construir casas, cuadras y todo tipo de paredes, muy resistentes por cierto, tanto que aún se conservan en la actualidad. Para proteger las paredes de la intemperie se colocaban tostajones de césped al revés que hacían las funciones de tejado. Desde que trajeron el agua por el canal desde el río Tera, para alimentar la red de canales y La Almucera, llama curiosamente la atención contemplar la corriente del agua en el puente del Camino Tamaral, que en vez de seguir su cauce natural hacia Colinas, corre al revés hacia Quintanilla. El terreno es tan sumamente llano que por mediación de una pequeña y artesanal presa hace que las aguas retrocedan para alimentar las acequias que sirven para regar. El agua sobrante, va al arroyo de San Juan que sigue su cauce normal. El efecto visual es curioso para los forasteros que no estamos acostumbrados a verlo. Resulta chocante y un tanto original. Seguro que para las gentes del lugar les resulta del todo normal porque conocen el mecanismo. Sin duda que La Almucera y el Arroyo de San Juan dan mucha vida, aunque de vez en cuando también han dado grandes sustos cuando se desbordan e inundan las tierras convirtiendo la Vagada en un auténtico mar. Supongo que ahora con las banzas reforzadas no habrá tanto peligro. €1000io
El Arroyo de La Almucera nace en Congosta y recorre el Valle de Vidriales hasta desembocar en el río Tera. En su recorrido recoge las aguas de arroyuelos y regatos, además de las aguas residuales de todos los pueblos degradando considerablemente el medio natural. A ver si pronto se hace realidad lo de la depuradora. Cuánto dista de la prolifera “Almorcera” de antaño rica en ranas y carpas. La estructura de La Almucera de hoy no es la misma que La Almorcera de antes. Originariamente tenía los puentes con ojos, charcas y pozalcones llenos de lodo, pelujos, juncos y espadañas donde se abrevaba el ganado. Entre La Almucera y el Arroyo de San Juan, estaban el “Prao” el “Mogrin” y el “Redondillo” donde se trillaba. El barro mezclado con paja servía para hacer pesados adobes del 40 que se secaban al sol. Los humildes adobes eran la base de la construcción de entonces servían para construir casas, cuadras y todo tipo de paredes, muy resistentes por cierto, tanto que aún se conservan en la actualidad. Para proteger las paredes de la intemperie se colocaban tostajones de césped al revés que hacían las funciones de tejado. Desde que trajeron el agua por el canal desde el río Tera, para alimentar la red de canales y La Almucera, llama curiosamente la atención contemplar la corriente del agua en el puente del Camino Tamaral, que en vez de seguir su cauce natural hacia Colinas, corre al revés hacia Quintanilla. El terreno es tan sumamente llano que por mediación de una pequeña y artesanal presa hace que las aguas retrocedan para alimentar las acequias que sirven para regar. El agua sobrante, va al arroyo de San Juan que sigue su cauce normal. El efecto visual es curioso para los forasteros que no estamos acostumbrados a verlo. Resulta chocante y un tanto original. Seguro que para las gentes del lugar les resulta del todo normal porque conocen el mecanismo. Sin duda que La Almucera y el Arroyo de San Juan dan mucha vida, aunque de vez en cuando también han dado grandes sustos cuando se desbordan e inundan las tierras convirtiendo la Vagada en un auténtico mar. Supongo que ahora con las banzas reforzadas no habrá tanto peligro. €1000io