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QUIRUELAS DE VIDRIALES: EL CRIMEN DE LA PRECIOSA...

EL CRIMEN DE LA PRECIOSA

Hace muchos años ocurrió en Quiruelas de Vidriales un suceso luctuoso que empañó el buen nombre del pueblo. Un suceso que afortunadamente no se ha vuelto a producir. De haber sucedido hoy, nuestro pueblo hubiera sido noticia y portada de los telediarios y periódicos nacionales. Fue la muerta violenta de La Preciosa. Lo que se dio en llamar “el crimen de La Preciosa”. Ocurrió el día 21 de Diciembre del año 1957. Día típico y desangelado de frío invierno como solía ocurrir antaño. La Preciosa, era una mujer de procedencia gallega que junto con un sobrino se dedicaban a la venta ambulante de telas, sábanas y colchas. Con su atillo en la cabeza iban recorriendo los pueblos donde ofrecían sus productos. En esas fechas pernoctaban en una casa en Quiruelas. Por la mañana, el sobrino se fue a otro pueblo y La Preciosa se quedó en el nuestro. Dicen los que conocían a La Preciosa, que era una mujer menuda y de mal carácter, desconfiada, huraña y enfadadiza. Carácter forjado posiblemente a lo largo de su actividad. Cuando acabó la jornada, el sobrino regresó a la posada y viendo que su tía no llegaba, sospechó que algo malo le había ocurrido. Dieron aviso a la Guardia Civil para iniciar su búsqueda, pero La Preciosa no aparecía por ningún lado y nadie sabía nada de su paradero. Era como si la tierra la hubiera tragado. Después de las primeras investigaciones, el propio sobrino y una persona del pueblo fueron detenidos como sospechosos de su desaparición. Más tarde después de ser interrogados fueron puestos en libertad. Pasaban las horas y La Preciosa seguía sin aparecer, hasta que alguien vio en las afueras del pueblo tiradas parte de las telas que vendía La Preciosa. Cerca, en el Barrero, hallaron el cuerpo sin vida de la vendedora ambulante. La Guardia Civil inició entonces una investigación casa por casa registrando aquellas que encontraron prendas que pertenecían a La Preciosa. Los vecinos pasaron muchos días de angustia e incertidumbre. Todos eran sospechosos. La Benemérita fue estrechando el cerco hasta saber el lugar donde había sido vista con vida por última vez. Al cabo de 8 días de miedo e inquietud en la población, la Guardia Civil dieron con la casa en la que había desaparecido La Preciosa y con la persona que la había matado. La autora resultó ser una mujer que hacía algunos años ya no vivía en el pueblo, aunque sí estaban sus padres y familia. Después de declararse autora del crimen, fue detenida pasando a disposición judicial. Más tarde fue juzgada y condenada a 32 años de cárcel aunque no permaneció más de 16. Dicen, que después de su libertad, en alguna ocasión había visitado el pueblo tan campante. Lo que pudo trascender del sumario con respecto al suceso y lo que los vecinos cuentan, es que al parecer fue asesinada por un fuerte golpe en la cabeza dado con un palo o tizón de la lumbre, siendo el móvil posiblemente por una discusión o un robo. En la cocina hallaron restos de sangre a pesar de haberla limpiado a fondo y pruebas suficientes que inculpaban a la detenida. También comentan que en su casa donde residía de forma habitual, la Guardia Civil encontró 8.000 ptas. Tras asesinar a La Preciosa, guardó el cadáver en la cuadra hasta que llegó la noche. Lo cargó en una borrica que tenían sus padres con intención de tirarlo al río, pero cuando se dirigía por el Camino del Tamaral, al llegar a la altura de la Calleja se encontró que venían unos carros del monte de buscar leña y para no ser descubierta se deshizo del cuerpo arrojándolo en el Barrero donde más tarde fue encontrado. Algún malintencionado de aquella época tuvo la brillante idea de bautizar a la pobre burra como “el coche fúnebre”. Durante mucho tiempo, la burra fue objeto de burlas y bromas. Cuentan que, en una ocasión, encargaron a un niño del pueblo que llevara a la burra de ramal hasta la casa. Algún gracioso le espetó: Pero… ¿Dónde vas con el coche fúnebre? El niño soltó a la burra huyendo despavoridamente hasta llegar a su casa llorando y con el miedo en el cuerpo. Este relato no es ninguna invención. Está extraído de la memoria de las personas que vivieron y padecieron directamente las consecuencias del crimen. Para una mayor exactitud de los hechos habría que remitirse a los archivos del Juzgado, pero debido al tiempo trascurrido, se me antoja que sería una misión imposible. El motivo de contar el macabro suceso ocurrido hace tantos años, es para que los jóvenes sepan que en un pueblo pequeño también pueden ocurrir hechos de semejante naturaleza. €1000io.