Ayer (11-y-07), regresando de un largo viaje, hicimos una parada para visitar precisamente
Ribadelago, recordando la tragedia que sucedió en 1959. Me impresionó el panorama que descubrí, los restos de algunas de las
casas de viejo
pueblo, el impresionante
circo, rodeado de inmensas moles de masas graníticas (así me parecio el mineral) y en el fondo el
agua, con irisaciones de diferenes
colores.
Hubiera preferido una visita más detallada, pero nos queba mucho trecho que recorrer.
En aquel entorno
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