parecerá una tontería pero recuerdo una vez que fui a comprar a su tienda y su esposa estaba haciendo un flan en el momento que entré yo estaba poniendo el caramelo por la cazuela, quiso correr para salir a despachar más rápida y se le cayo una gota del líquido en la mano, siempre recordaré esa cara y expresión de dolor, seguro que ella no se acuerda pero a mi como una niña que era me quedó muy grabado Ahí están, aparcaditos, sólo les falta un braserito, el tapete y, ¡hala, a jugar la partidita. Es la tienda de Lawrence, hace cuatro días eran sus padres los que salían en esta misma foto. ¡Qué rápido pasa todo! Olor a regaliz, a patatas fritas, a madalenas, a pimentón...... olor a sabiduría.