RIEGO DEL CAMINO: Así se llamaba al bar de Augusto. Tenian un pequeño...

Así se llamaba al bar de Augusto. Tenian un pequeño mostrador al entrar. Por cierto para mí muy alto, me tenia que poner de puntillas.
Todos los domingos despues de misa, los hombres, jugaban la partida.
De esto tengo unos recuerdos muy dulces. Os digo por qué.
A mi padre le encantaba la partida. El no bebia nada, luego entonces, si ganaba, cogia un puñado de caramelos. Ni decir tiene como lo esperabamos en casa, sobre todo yo. El hera muy goloso. Algun dia pongo una rafaga de él. ¡Cuanto amor ¡Que ecuánime ¡Un besooooote...